Apuñalan a un hombre en la colonia Benito Juárez de Chilpancingo
IGUALA, Gro., 27 de enero de 2014.- A través de las redes sociales, habitantes de Iguala se quejan de la prepotencia, malos tratos y de cuantiosas multas de los policías preventivos y de los agentes de tránsitos cuando realizan operativos los fines de semana, para detectar a los conductores con aliento alcohólico y “disminuir” los accidentes automovilísticos.
Los quejosos aseguran que los elementos policíacos, al momento de registrarlos corporalmente, los empujan con brutalidad y les profieren palabras altisonantes, por lo que hacen pública la denuncia a fin de que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Los ciudadanos igualtecos dicen que, más allá de un operativo de seguridad, es un atropello y un asalto con uniforme.
“El viernes, mi hija y sus amigos asistieron a una fiesta en un saloncito ubicado en el boulevard, y al salir ya casi llegando a la Mega, frente al oxxo, estaban los tránsitos y los policías municipales, cuando los hicieron bajar , les quitaron los carros y a unos los esposaron y los llevaron a barandilla que según con aliento alcohólico”, denuncia la señora Tomasa.
Agregó en su relató que “no les hicieron la prueba del alcoholímetro, y menos la toma de muestra de sangre, las cuales fueron cobradas. Se llevaron a puros hombres, a las mujeres les dijeron que fueran a conseguir para pagar las multas de sus amiguitos. Hay quienes tuvieron que pagar casi cinco mil pesos”.
“Durante los operativos de las noches hacen detenciones de gente que va en vehículo, no manejando, hombres y mujeres, con o sin aliento alcohólico, les detienen y cobran multas de 600 pesos hasta mil ¡Que poca madre de nuestras autoridades del ayuntamiento de Iguala!” denuncia Magdaleno Ocampo.
Por dicha situación, los ciudadanos afectados demandan la intervención inmediata del alcalde José Luis Abarca Velázquez y del síndico procurador, Mario Castrejón Mota, para detener a los cuerpos policíacos municipales, como de los agentes de tránsito, que se dedican a detener de manera arbitraria; además piden que se investigue si el dinero ingresa a las arcas municipales por concepto de multas, cuando ni siquiera tienen el alcoholímetro, ni hacen pruebas de sangre.