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CHILPANCINGO, Gro., 1 de febrero de 2014.- El grupo delictivo que opera en el municipio de Quechultenango retuvo durante media hora a Bruno Plácido Valerio, dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Alrededor de las 11:30 horas de este viernes, un comando de 12 hombres armados interceptó al dirigentes social cerca de Colotlipa, comunidad perteneciente al municipio de Quechultenango.
Plácido Valerio viajaba con dirección a Los Amates, donde la UPOEG tiene presencia sólo como organización social, no como Policía Ciudadana.
En entrevista telefónica, relató que llegó sin problemas a la cabecera de Quechultenango y saludó a los policías municipales que se ubican de manera permanente en el módulo de seguridad de la entrada principal.
Atravesó la cabecera y al salir por la carretera interestatal, rumbo a la comunidad de Los Amates, se percató de que varias unidades lo seguían.
Pasó la entrada hacia el Borbollón y Santa fe, acompañado de tres promotores de la UPOEG que no forman parte de la Policía Ciudadana, por lo que ninguno portaba armas de fuego.
Antes de llegar a Colotlipa, los vehículos se le emparejaron, le indicaron que detuviera la marcha y posteriormente le cerraron el paso para forzarlo a salir de la carretera.
Plácido Valerio bajó de la unidad junto con sus tres compañeros y se presentó ante un aproximado de 12 hombres armados.
Según indicó, les informó que se dirigía a una reunión de trabajo con integrantes de la UPOEG radicados en Los Amates.
El grupo de hombres armados le indicó que tendría que esperar la llegada del jefe de la plaza, quien acudió al lugar de intercepción aproximadamente media hora después.
El jefe de los pistoleros no se presentó, pero tras enterarse de que la persona retenida por sus subordinados era Bruno Placido Valerio, líder del movimiento de autodefensa de la Costa Chica y región Centro, se acercó para platicar con él brevemente.
El líder del grupo delictivo le aseguró al dirigente de la UPOEG que simpatiza con su movimiento, pero le aclaró que en la zona de Quechultenango y sus comunidades no hay secuestros, actos de extorsión ni se agrede a la población civil.
Por ello, argumentó que al menos en la zona de Quechultenango no hay razón de ser para la aparición de un movimiento de autodefensa.
“Aquí todo está bajo control”, le remarcó.
Placido Valerio sostuvo que no recibió golpes ni insultos, solamente lo forzaron a esperar al líder del grupo y tras la breve charla le permitieron el paso.
Llegó a Los Amates, participó sin complicaciones en la reunión que ya tenía programada y posteriormente regresó hacia la comunidad de El Ocotito, perteneciente a Chilpancingo.
Su regreso coincidió con dos patrullas del Ejército mexicano y dos unidades de la Policía del Estado, quienes le acompañaron hasta que tomó la carretera federal.
Es la primera vez que el dirigente de la UPOEG y del SSC es interceptado por una célula delictiva, aunque se sabe que ha recibido amenazas por parte de los grupos que su operación desplazó en la Costa Chica y región Centro, particularmente en Tierra Colorada.