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CHILPANCINGO, Gro., 12 de febrero de 2014.- El Consejo de Presidentes de Colonia de Ocotito desconoció al comisario municipal Luis Callejas Morales, bajo el argumento de que no respaldó el movimiento ciudadano contra la delincuencia.
Los presidentes de las 12 colonias de Ocotito sesionaron la tarde del miércoles, para analizar la labor de Callejas Morales como comisario municipal.
Recordaron que el 23 de enero los promotores de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), se presentaron en la comisaría municipal para informar su ingreso al Valle del Ocotito y coordinar las acciones por la seguridad.
Los promotores de la UPOEG esperaron en la oficina del comisario durante una hora, pero Callejas Morales no se presentó para atenderlos.
Los presidentes de colonia reprocharon que el comisario no participara en las movilizaciones a favor de la paz ni en las asambleas populares para organizar y conformar la Policía Ciudadana del Valle de Ocotito.
Aseguraron que a 20 días de la llegada de la UPOEG, se respira un clima de tranquilidad y seguridad en la zona.
Lamentaron que el comisario “se acobardara y no diera la cara en los momentos difíciles”.
Por ello, los 12 presidentes de colonia de Ocotito aprobaron de manera unánime el desconocimiento de Luis Callejas Morales como comisario municipal y anunciaron
Anunciaron que acordarán, en asamblea popular, la manera en que se designará a un comisario interino.
Durante el tiempo que ejerció como comisario, Callejas Morales sufrió el secuestro de dos familiares y recibió múltiples amenazas telefónicas de la delincuencia organizada.
Bajo ese argumento, el comisario se mantuvo apartado de las acciones de la UPOEG para erradicar a los grupos criminales que operaban en el Valle del Ocotito.
Fue hasta que los delincuentes abandonaron la zona e imperó la tranquilidad en la zona, que el comisario asistió a las asambleas populares.
Sin embargo, en todo momento mantuvo un perfil bajo en las acciones de la Policía Ciudadana, ante el temor de sufrir represalias por parte de la delincuencia y por los secuestros de que su familia fue víctima recientemente.