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MÉXICO, D.F., 05 de marzo de 2014.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró 4 ejemplares de vida silvestres en los estados de Guerrero y Yucatán; luego de que en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mérida se retuviera una Guacamaya roja ala verde (Ara chloroptera), que pretendía ser trasladada vía aérea a la Ciudad de México; asimismo, en playas Revolcadero y Puerto Marqués, en Acapulco, Guerrero, se aseguró un cocodrilo (Crocodylus acutus) un boa constrictor (Boa constrictor), así como una mazacuata (Boa constrictor). Toda las especies no contaban con la documentación que acreditará su legal procedencia.
De acuerdo con un comunicado de Profepa, en Guerrero, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) aseguró y liberó tres ejemplares de vida silvestre enlistados en la NOM-059-SEMARNAT 2010, que se exhibían en las Playas de Puerto Marqués y El Revolcadero con fines comerciales.
Durante el pasado fin de semana en los recorridos de vigilancia permanente que mantiene la Profepa en las playas de Acapulco, inspectores de esta dependencia se percataron de la presencia de un menor de edad en posesión de un ejemplar de la familia de los reptiles, serpiente conocida como mazacuata (Boa constrictor) de 1 metro con 20 centímetros de longitud en Playa de Puerto Marqués.
Posteriormente en la Playa el Revolcadero, se detectaron en diferentes puntos de dicha playa a dos sujetos en posesión de un cocodrilo (Crocodylus acutus) de 1 metro con 40 centímetros de longitud y una (Boa constrictor) de 1 metro con 50 centímetros.
Los tres ejemplares eran exhibidos con la intención de cobrar a los turistas nacionales y extranjeros que desearan tomarse fotografías con los reptiles, por lo que el personal de la dependencia procedió de inmediato a su aseguramiento. El primer reptil, la boa constrictor, fue devuelto a su hábitat natural en el poblado de La Poza. El cocodrilo y la segunda Boa constrictor, fueron dejados en depositaría en la Unidad de Manejo Ambiental Paraíso de los Manglares.
Cabe destacar que el cocodrilo de río juvenil (Crocodylus acutus) se encuentra listado en la NOM-059-SEMARNAT-2010, en la categoría de Sujeta a protección especial, mientras que la boa se ubica en la misma norma en el estatus de Amenazada.
En el comunicado, la Profepa refiere que las infracciones por éste delito establecen una multa que va de 50 a 50,000 salarios mínimos y señala que el adquirir ejemplares de vida silvestre sin la documentación que acredite que provienen de aprovechamientos sustentables autorizados o que fueron legalmente importados, contribuye al tráfico ilegal de vida silvestre y a la consecuente afectación al ecosistema, a la conservación de la biodiversidad y a la degradación de los servicios ambientales que los recursos naturales nos proporcionan.