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MÉXICO, DF., 17 de mayo de 2014.- Este sábado se conmemora en México por primera vez el Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia; sin embargo, ésta se encuentra arraigada entre las mismas personas homosexuales. La discriminación laboral e institucional solo es la punta del iceberg del impacto que genera.
De acuerdo a una nota publicada por Milenio, en México, donde 40 por ciento de la población no aceptaría vivir en la misma casa que un homosexual, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, se gesta un fenómeno poco conocido y explorado, la denominada homofobia interiorizada, que es la que existe entre los homosexuales.
“La homofobia interna consiste en una serie de ideas adquiridas culturalmente sobre la orientación sexual como algo negativo. Se llama internalizada porque vamos introyectando todos esos aprendizajes y puede afectar la manera de relacionarnos con los demás. Es un concepto que surgió para explicar que las personas homosexuales también son homofóbicas”, explicó la psicóloga y directora de Cuenta Conmigo: Diversidad sexual incluyente, Lina Pérez Cerqueda.
Según Pérez Cerqueda, la homofobia interiorizada se activa cuando las personas homosexuales descubren su orientación, ya que ser criados en una cultura heteronormativa los hace sentirse raros, diferentes y van cultivando un odio contra sí mismos en el subconsciente.
Sin embargo, aunque muchas veces la homofobia podría generar un perpetuo encierro en el clóset, el salir de él y aceptarse gay o lesbiana no quita la homofobia interna.
“El que salgas del clóset no quiere decir que no seas homofóbico interno, porque forma parte de nuestra estructura cultural e incluso nos da parte de nuestra identidad que tiende a etiquetar”, añadió la especialista.
El activista y académico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Antonio Medina, ahonda más en este tema y afirma que el colectivo homosexual está lleno de homofobia interna.
“Se presenta sobre todo en tipos de aspecto varonil que dicen ‘no saludo a la jota torcida porque van a creer que soy igual’. Y eso se da hasta en gente intelectual y abiertamente gay. Esto es porque existe una homosexualidad construida a partir de masculinidad social, lo que conlleva a tener una carga de machismo. Entonces, la idea de que entre más activo o look de hetero tengas, tendrás más prestigio que si eres el pasivo o afeminado, surge de esa idea judeocristiana de que lo femenino o lo que es penetrado es degradable. Es misoginia pura.”
Medina, quien tiene el papel de embajador ante los medios de comunicación del colectivo Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI), agregó que muchas veces ese odio interno no solo puede quedar ahí, sino que se puede exteriorizar en los llamados crímenes de odio.
De hecho, México, es el segundo país en el que se ha registrado el mayor número de asesinatos de este tipo, después de Brasil, con más de 700 casos desde 2009, según Letra S.
Sin embargo, la homofobia interna no solo genera una sectorización de la población de la diversidad sexual o una explosión de rechazo que puede llegar al asesinato, o sea, volverse homofobia social, sino que puede enquistarse en el individuo y provocar otros problemas.
“A veces la homofobia interna puede actuar como una venganza contra sí mismo y que atenta contra la seguridad y salud de la persona”, señaló Medina.
La homofobia interna es un derivado del rechazo familiar, así lo aseguró Carlos Ramos, Asistente de la Coordinación del Centro Comunitario de Atención a la Diversidad Sexual en el D.F. “Si una persona sale del clóset y su contexto familiar es adverso, esta persona se va replegar y vivirá la angustia, el temor, la culpa y no podrá ser una persona auténtica”.
Miriam Ángel, presidenta de la asociación Padres y Madres por la Diversidad Sexual, consideró que hay todavía mucha ignorancia respecto al tema de la homosexualidad en México y eso lleva a los padres al rechazo.