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CHILPANCINGO, Gro., 30 de Mayo de 2014.- Llegó con el argumento de que sembraría orquídeas. Compró terrenos boscosos de los indios mam. Llegó y lo que hizo fue empezar a explorar, a cavar y a llevarse el agua, a pesar de las denuncias de las comunidades. Luego, llegaron los prostíbulos, los guardias de seguridad, la división de las comunidades y las enfermedades.
De acuerdo a información publicada en la revista Proceso, la irrupción en 2004 de la empresa Goldcorp para construir la Mina Marlin en San Miguel Ixtahuacán, Guatemala, se ha convertido “en una enfermedad de distintos tipos”, relata Francisco Rocael, integrante de la Asamblea Departamental de Huehuetenango (ADH), cerca de Ixtahuacán, y del Consejo de Pueblos Mayas de Occidente.
“Deforestación, erosión, contaminación y escases de agua (…) aumento de competencia por recursos hídricos” “aumento de militarización y represión”, “toque de queda a las diez de la noche en Ixtahuacán”, son otros de los efectos que ha causado la mina, de acuerdo con el documento Invirtiendo en conflicto; Destrucción local, ganancia ajena: Goldcorp en las Américas hecho en coautoría por las organizaciones Mining Watch Canada y Rights Action este 2014.
Las huellas de la actividad minera en la piel, en el cabello, en el vientre fueron mostradas a nivel mundial por los habitantes de Ixtahuacán en junio 2012 durante el Tribunal Popular Internacional de la Salud, relata Rocael.
Dos años antes, la diócesis de San Marcos, donde se encuentra Ixtahuacán, llamó a una conferencia de prensa donde presentó dos años de estudios que mostraban altos niveles de arsénico y cobre que superaban los niveles establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
Goldcorp y el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente (MARN) acusaron a la iglesia de dar datos con métodos poco científicos. MARN no ha sacado estudios pero Goldcorp anualmente reporta en su página.
El pronunciamiento que el Movimiento Mesoamericano en Contra del Modelo Extractivo Minero (M4) publicó el 18 de abril a propósito del lanzamiento de la campaña “Goldcorp me enferma” exige una rendición de cuentas corporativa a la empresa, además detalla que en 2010 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ordenó al gobierno guatemalteco suspender las operaciones de la mina por “daños inminentes” a 18 comunidades indígena aledañas al proyecto.
“Lo hacen también con un control político. La negación de las pruebas de los enfermos y con estrategias en medios de comunicación que hacen trabajo de lobby”, relata Rocael.
Pero no sólo en Guatemala genera enfermedades la mina, en Valle de Siria, Honduras, desde que se asentó la Mina San Martín existe un aumento de la mortandad infantil, problemas respiratorios, problemas en ojos y piel y deformaciones físicas, versa el comunicado de “Goldcorp me enferma”.
El Comité Ambientalista del Valle de Siria, formado para difundir los efectos de la mina, intenta hoy en día demandar reparaciones para la gente enferma por el agua contaminada, y para aquellos que han perdido el sustento debido a la escasez del agua.
De acuerdo con Miguel Mijangos, de la Red Mexicana de Comunidades Afectadas por la Minería (Rema) y el M4, en el caso de la mina Carrizalillo, en Guerrero, la mina donde Goldcorp tiene acciones desde el 2006, cien por ciento de las casas de Carrizalillo tienen al menos un miembro de la familia que sufre de enfermedades relacionadas con la actividad minera.
Relata que Goldcorp puede tener prácticas distintas de acuerdo con la resistencia que tenga en el lugar donde llegue. En Carrizalillo es el único lugar en el mundo donde se firmó un convenio de arrendamiento de un año y no de 50, como se hacen las concesiones mineras normalmente. Cada año se debe firmar en Carrizalillo un nuevo convenio. Este año se acaba de firmar por cinco.
“No es para mejorar la calidad de vida sino la calidad de muerte”, cuenta Mijangos, quién piensa que ahora que la comunidad está teniendo ganancias es momento para cambiar de residencia ya que calcula que en cinco años el lugar será inhabitable.
Además de Guatemala, Honduras y México, Goldcorp tiene minas y proyectos de exploración en Argentina (Mina Alumbrera) en Estados Unidos, Wharf y Marygold (que afectan a indígenas quechuan), en República Dominicana y en Chile (El Morro, que afecta comunidades indígenas diaguitas). Incluso, el documento Invirtiendo en conflicto; Destrucción local, ganancia ajena: Goldcorp en las Américas el 50% del oro es extraído de comunidades indígenas.
“Por cada onza de oro que se extrae de las entrañas de la tierra, se generan como 79 toneladas de desechos”, dice la acción de denuncia a propósito de la campaña Goldcorp me enferma.
El daño ambiental que generará, de acuerdo con el documento, la mina Equity Silver de Canadá contaminará entre 200 y 150 mil años, El uso de agua, por ejemplo, en la mina Marlin usa 2 mil 175 millones de litros por año. El Ejido El Vergel, en México, a pesar de poseer grandes mantos freáticos subterráneos no pueden aprovechar el agua para el riego porque Goldcorp extrae por medio de 22 pozos 36 mil litros por minuto para la explotación de la mina El Peñasquito que produce concentrados de plata, oro, plomo y zinc.