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MÉXICO, DF., 5 de junio de 2014.- La Comisión Permanente declaró aprobado el decreto en el que eleva de 14 a 15 años la edad para que los menores de edad puedan empezar a trabajar.
De acuerdo a información publicada por El Universal, la reforma a la fracción III del apartado A del artículo 123 de la Constitución se dio luego de recibir los votos aprobatorios al proyecto de decreto de las legislaturas de los estados de locales Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Guanajuato, Hidalgo, México, Nayarit, Querétaro, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
La senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo, del grupo parlamentario del PRI, resaltó que el trabajo infantil “es una agresión que hemos cometido en contra de nuestras niñas y niños”, por lo que llamó a contar con una política pública integral y una adecuada vigilancia en la materia.
Por su parte, la senadora Angélica de la Peña Gómez, del PRD, destacó que la reforma es congruente con los compromisos internacionales que México ha signado, particularmente con la Convención sobre los Derechos de la Niñez.
No obstante, señaló que es necesario que los legisladores insistan al Ejecutivo Federal que envíe el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo al Senado de la República para su ratificación, ya que en él -además de fijar en los 15 años la edad mínima para laborar- se establecen las acciones que los Estados deben impulsar para garantizar gradualmente que, en la realidad, los niños no realicen ningún tipo de trabajo.
El diputado Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez, del grupo parlamentario del PRI, refirió que en México alrededor de 3 millones 270 mil niños trabajan, de los cuales 42 por ciento no estudian, 38 por ciento sufren una situación inestable en la escuela y 2 de cada 10 cubren de manera irregular sus estudios.
Afirmó que la prevención y erradicación del trabajo infantil es indispensable para asegurar el bienestar de los niños mexicanos, quienes “deben recibir una adecuada formación, fuera de pesos laborales, que los prepare para su futuro” y para impulsar así el desarrollo económico de nuestro país.
El diputado Juan Pablo Adame Alemán, del grupo parlamentario del PAN, subrayó que esta reforma no transformará de manera inmediata la realidad de los niños que se ven obligados a trabajar. Por ello, dijo, es necesario que los gobiernos federal, estatales y municipales combatan la pobreza en la que viven miles de familias mexicanas y trabajen para mejorar la situación económica del país.
De esta manera, señaló, se tienen que impulsar políticas públicas para garantizar la asistencia y permanencia escolares, tales como la dotación de becas a los menores de las familias más necesitadas.
El diputado Luis Fernando Belauzarán Méndez, del grupo parlamentario del PRD, llamó a tomar acciones para proteger a los niños que, independientemente de esta legislación, seguirán trabajando. “Nos tenemos que preguntar qué pasa con los niños reales que su situación, su marginación y su pobreza los lleva a trabajar y a jugar un papel fundamental en la economía de sus familias,” señaló.
Finalmente, el diputado Ricardo Astudillo Suárez, del PVEM, afirmó que el hecho de que los niños no puedan terminar sus estudios, se traducirá en el futuro inmediato en un problema de competitividad para México. Después de todo, dijo, a los 15 años la mayoría de los adolescentes terminan sus estudios de secundaria, mismos que les pueden otorgar un futuro diferente.