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México, DF, 11 de octubre de 2014.- César Mario Gutiérrez Priego, hijo del general Jesús Gutiérrez Rebollo, criticó que se criminalice a todo el Ejército por el caso Tlatlaya, pero que no se señale a ningún mando militar.
“Yo no veo a ningún jefe ahí, es a la raza a la que están juzgando, desafortunadamente no tienen la oportunidad de contratar a un buen abogado para que los defienda y luche por ellos. Por eso está hasta la madre todo lo que es la raza en el Ejército y decaída la moral del personal, porque los generales los han abandonado por cuidar su puesto”, señaló.
Gutiérrez Priego fue uno de los organizadores de la marcha en defensa de los ocho militares detenidos por la masacre de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México, el 30 de junio de 2014.
Quienes acudieron a la marcha nombraron su movimiento #Yosoy26, debido a que son 25 los militares investigados por la masacre.
El abogado además dirige la Fundación General Gutiérrez Rebollo que defiende de manera gratuita a los militares acusados de violaciones de Derechos Humanos.
Criticó la actuación de la Procuraduría General de la República (PGR) por ventilar información de la averiguación previa del caso Tlatlaya: “Si lo hacen para que no haya manifestaciones contra el Ejército, pensando que toda la institución cometió un delito, entonces que la PGR no sea tan purista y si se cometió un delito que paguen (quienes lo cometieron) pero que no lo estén ventilando”.
Gutiérrez Priego, quien se sumó a las alrededor de 200 personas que participaron en la marcha, dijo que si un militar cometió violación de Derechos Humanos debe ser juzgado pero con justicia y eso no ha ocurrido con los involucrados en el caso Tlatlaya.
Criticó la opacidad del Ejército para dar información sobre estos casos.
“No nada más es la marcha de hoy, queremos que los militares comiencen a respetar los derechos humanos de ellos y no los prejuzguemos y que la justicia militar deje de ser una justicia de mando y que no sea nada más utilizada con los fines de quien ostenta el poder en ese momento”, pidió.
Aseguró que su padre, quien era el Zar contra las drogas cuando fue acusado de proteger a entonces líder del Cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes, en 1997, fue juzgado de manera injusta y cuando investigaba los nexos con la delincuencia organizada de la familia de Nilda Patricia Velasco, quien era esposa del entonces presidente de México. Ernesto Zedillo.
“Nosotros como fundación no queremos que vuelva a suceder que un militar sea sentenciado o procesado por un delito que no cometió”.
Cuestionado sobre si sabía cómo están los militares presos por Tlatlaya, dijo que están en la prisión militar del Campo Militar No. 1.
“Se encuentran segregados porque lo que le importa a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es que no se filtre información que sea contraproducente”, expresó. Criticó dicha actitud de la Sedena ya que sin información se abre paso a la especulación.
“No es lo mismo decir que el Ejército ejecutó personas que decir que tres elementos con uso desmedido de la fuerza cometieron delitos considerados como homicidios”. Finalmente, añadió que ni se debe sacrificar a toda la institución militar por lo que hizo un grupo de personas que además tienen derecho a su defensa.