Hallan a un asesinado a tiros afuera de bar del Centro de Chilpancingo
MÉXICO, DF. 28 de noviembre de 2014.- Alejandro Jiménez, uno de los abogados de los detenidos, asegura que “tienen golpes en la cara, derrames en los ojos, cicatrices en los brazos” y señala que “no son de hace dos días”, por lo que ha solicitado medidas cautelares a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), según informa el diario mexicano ‘Milenio’.
Destaca que el maltrato a los detenidos se pudo producir durante el traslado de éstos a la cárcel de Veracruz y exige a la comisión que también investigue si se produjeron malos tratos contra las tres mujeres detenidas que se encuentran en otra prisión, la número 4 de Tepic, en el estado de Nayarit.
Además, destaca que fueron apresados de forma violenta, se les negó la posibilidad de elegir a su abogado, estuvieron incomunicados durante dos días y quienes se encargan de su defensa no han tenido acceso ni a los expedientes, ni a la investigación.
Aunque, según Jiménez, formaban parte de grupos de manifestantes distintos, no se conocían entre ellos y actuaron de manera pacífica, se les imputan los cargos de motín, asociación delictiva y tentativa de homicidio. Delitos que les obligan a permanecer en prisión, ya que no tienen derecho a gozar de libertad bajo fianza.
Entre los detenidos, se encuentra Lawrence Maxwell, un músico chileno de 47 años y estudiante de doctorado en Letras en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), que no participó en la manifestación, sino que solo acudió para encontrarse con sus amigos de la universidad, tras un viaje que había realizado a Oaxaca, según defiende Jiménez. De hecho, fue sorprendido por una estampida de gente que huía, mientras candaba su bicicleta, momento en el que los agentes procedieron a su detención.
La hermana de Lawrence, Adeline Maxwell, denuncia que su hermano fue golpeado en el momento de la detención, que no le han permitido elegir a su abogado y que tampoco las autoridades han informado a la familia del estado en el que se encontraba, lo que ha aumentado su angustia.
Además, destaca que no se trata de una persona violenta y que en ningún caso se le puede acusar de haber cometido los delitos por los que está en prisión. “Más bien es una persona con conciencia social y una solidaridad muy grande hacia los jóvenes del pueblo mexicano”, ha destacado.
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