Resguardan guardavidas de Acapulco tortugas recién nacidas
CHILAPA, Gro. 19 de diciembre de 2014.- El presidente municipal del municipio guerrerense de Chilapa, Francisco Javier García González, desmintió este viernes haber sido detenido por la Subprocuraduría Especializada en la Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), aunque sí admitió que fue cuestionado por personal de la Procuraduría General de la República (PGR) por la confrontación entre grupos del crimen organizado en el territorio a su cargo.
En entrevista el alcalde priísta señaló que “hay una confusión muy clara en los medios de comunicación locales y nacionales”, mismos que el miércoles dieron a conocer la versión de su captura por una presunta vinculación con el cartel de Los Rojos. En ese sentido, informó que hace algunos días arribaron a la cabecera municipal elementos federales de la PGR a realizar investigaciones por los hechos de violencia ligados al crimen organizado, mismos que provocaron el homicidio de 16 personas a finales de noviembre (todas ellas asesinadas, calcinadas y decapitadas).
“Efectivamente, la semana pasada estuvo en Chilapa personal de la PGR. Eran varios agentes que me solicitaron una reunión y acepté. En el encuentro le preguntaron sobre la situación de violencia que se vive en Chilapa, derivada de la pugna que sostienen Los Rojos y Ardillos”, enfatizó García Martínez al expresar que los agentes federales sólo intercambiaron información sobre los hechos y posteriormente abandonaron el municipio de Chilapa.
El edil recalcó que, en caso de ser requerido ante la PGR, está en la mejor disposición de acudir a declarar las veces que sea necesario, por lo que asimismo reconoció el apoyo del gobierno federal (que le ofreció 500 elementos del Ejército Mexicano para que realicen patrullajes en Chilapa y del gobernador interinto de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez (quien le envío 30 efectivos de las fuerzas especiales para reforzar la seguridad en el municipio ante el recrudecimiento de la violencia).
De tal manera, Francisco Javier García González subrayó que su gobierno “continuará trabajando de manera normal, prueba de ello es que se gestionaron más de 300 millones de pesos para obras de infraestructura y para cambiar el rostro del municipio de Chilapa de Álvarez”.
Aquí la entrevista completa:
En ese sentido, García González adujo paralelamente y ante reporteros de Milenio que esta semana salió fuera del municipio de Chilapa para “hacer algunas gestiones en la Ciudad de México”, apoyándose en diputados federales como Manuel Añorve Baños y posteriormente aprovechó para visitar a su hijo, de manera que el hecho de que no se le viera en el municipio y que el equipo a su cargo hiciera entrega de obras en su representación a lo largo de los últimos días, “pudo generar una confusión”.
En ese sentido, García González expuso en sus redes oficiales que “se encuentra atendiendo actividades de agenda de trabajo del gobierno municipal”.
Por ejemplo, el día jueves 18 de diciembre, participó en el tradicional recorrido del Barrio de La Villa y hoy mantuvo una reunión en Seguridad Pública Municipal (tal y como se aprecia en su perfil de Facebook).
Como se recordará, fue el día de ayer que medios como Notimundo reportaron que el edil chilapense se encontraba en calidad de presentado ante la SEIDO en el Distrito Federal, ello pues ofrecía “cobijo de bajo la ley de Chilapa a Los Rojos, quienes mantienen una guerra sangrienta contra Los Ardillos”. Asimismo, Notimundo recopiló extraoficialmente que, desde el martes 16 y hasta este miércoles 17 de diciembre, García González se encontraba en las instalaciones de la SEIDO emitiendo su declaración.
A modo de brevario, el presidente municipal Francisco García González se colocó en el ojo del huracán desde el pasado jueves 27 de noviembre, cuando la policía ministerial encontró 11 cuerpos semicalcinados en una brecha de terracería que comunica la cabecera municipal de Chilapa con la población de Ayahualulco. Sólo tres días más tarde, otros 5 cuerpos desmembrados fueron hallados dentro de una camioneta en el punto conocido como el crucero a Acatlán, a lo que el alcalde Javier García González confesó que el crimen organizado lo había sobrepasado y que tanto él, como su pueblo estaban “llenos de temor y de consternación por lo que sucede en el municipio”.