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SANTIAGO, Chile. 02 de marzo de 2015.- El video en el que Valentina Maureira, una niña chilena de 14 años enferma de fibrosis quística, pide a la presidenta Michelle Bachelet que le permita la aplicación de la eutanasia, ha instalado el debate sobre la necesidad de legislar sobre la muerte digna en el país sudamericano, ello luego de que este fin de semana le fuera negado el permiso “para dormir eternamente”.
“Soy Valentina Maureira, tengo 14 años, sufro de fibrosis quística y solicito hablar urgentemente con la presidenta, porque estoy cansada de vivir con esta enfermedad y ella me puede autorizar la inyección para quedarme dormida para siempre”, señaló el pasado miércoles la joven desde el hospital de Santiago de Chile, donde permanece ingresada desde enero, tal y como publica El País.
Ampliamente difundido en las redes sociales, la grabación de Valentina (donde se añade que su hermano mayor, Michael, falleció en 1996 aquejado de esta misma enfermedad hereditaria y degenerativa que afecta los pulmones, el hígado y el páncreas) ha impactado a las autoridades y a la ciudadanía, porque en Chile no es frecuente escuchar públicamente que algún enfermo pida dejar de vivir.
***DESEO NEGADO
En ese sentido, fue el sábado 28 de febrero cuando el Palacio de La Moneda, a través de su portavoz, Álvaro Elizalde, señaló que el problema de Valentina “sobrecoge, especialmente porque se trata de una menor de edad”, sin embargo, “en la legislación chilena no existe la figura de la muerte asistida”, por lo que descartó su petición.
Una hora más tarde y según InfoBae, se refiere que la presidenta Bachelet visitó a la joven, ello en compañía de la ministra de Salud, Carmen Castillo, para conversar por espacio de una hora con la familia.
“Lo conversado no transcendió a la prensa, pero sí se difundieron varias fotografías de la visita, entre ellas una selfie de Valentina con la presidenta, en la cual ambas aparecen sonrientes junto a un oso de peluche”, se enuncia en la web de InfoBAE, donde asimismo se añade que Valentina tenía seis meses de vida cuando le diagnosticaron fibrosis quística en enero del año pasado y que la familia ha realizado diversas campañas públicas para conseguir el dinero y las donaciones necesarias para salvarle la vida… sin éxito.
Según el portal de Entre Líneas, Freddy Maureira, padre de la menor y quien está a favor del pedido de su hija, admitió que Valentina pesa 35 kilos, padece de desnutrición y que las cuentas hospitalarias le suponen un gasto de 2.000 dólares por día que le es imposible solventar, no obstante. los médicos informan que la condición de su pequeña es estable.
Al momento, la Secretaría de Salud emitió un comunicado donde se establece que la ley chilena “sí permite que una persona que está en tratamientos intensivos deje de tomar los medicamentos que le prolongan la vida”, de forma que esa sería, por ahora, la única alternativa que tendría Valentina. No obstante, El País expresa que el gobierno de Bachelet “también podría asumir el costo de un transplante pulmonar, una vez que ella esté en condiciones de soportarlo”.
***PANORAMA MORTAL
A modo de brevario, la eutanasia es definida por la Real Academia Española como “la acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él”, o bien, “la muerte sin sufrimiento”, mientras que el suicidio asistido consiste en proporcionarle a una persona los medios “para que ponga fin a su vida, ya se por medio de drogas, prescripción de sustancias letales, etc.”
Al respecto, La República enuncia que solo seis países del mundo permiten la eutanasia: Holanda, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Estados Unidos (solo en los estados de Oregon, Washington, Montana y Vermont), y Colombia, donde la eutanasia tiene la figura legal de “homicidio por piedad”.
“Solo un país en el mundo considera legal la eutanasia a menores de edad. Es Holanda. Ahí, las peticiones para que se les ayude a morir las pueden hacer enfermos menores de edad a partir de los 12 años. Solo necesitan el consentimiento de sus padres si tienen 16 años o menos”, establece el medio al añadir que, en 2001, se descubrió que pediatras de Países Bajos habían practicado eutanasias activas a por lo menos 22 bebés con espina bífida, ello sin el consentimiento de sus padres, “un hecho que fue criticado por otros pediatras de ese país”.
***PARTIR DIGNAMENTE
Tal y como precisa El Mercurio, existe una figura legal que permite renunciar a la vida voluntariamente. Es la “muerte digna” y fue instaurada en Argentina hace exactamente 4 años.
En el 2011, Argentina se estremeció con la historia de una mujer llamada Selva Herbón, quien pedía qa las autoridades sanitarias se le pemitiera aplicar la eutanasia a Camila, su hija de 2 años y que desde su nacimiento, por causa de un error médico durante el parto, vivía en estado vegetativo.
En mayo de 2012, el Senado argentino aprobó la ley de “muerte digna”, misma que establece que el derecho de los pacientes (o sus representantes legales) de rechazar “medidas de soporte vital cuando sean extraordinarias o desproporcionadas en relación con las perspectivas de mejoría” es viable, por lo que un mes más tarde, los médicos de Camila la desconectaron de la máquina que mantenía vivo su cuerpo…
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