El presupuesto es un laberinto
Leyva Mena o el Rey Desnudo
Ante la situación de orfandad en que se encuentran por parte de las autoridades municipales, empresarios de Chilpancingo han decidido tomar las armas para defenderse de los constantes embates de la delincuencia organizada.
Así, y mientras que el fiscal estatal Xavier Olea Peláez se congratula en el sentido de que la violencia ha disminuido en la entidad, la actitud retadora de los empresarios capitalinos revela que lo anterior no es cierto y que hace falta mucho tramo para que la paz y la tranquilidad regresen a la capital guerrerense, la cual al igual que otros municipios, padece ingobernabilidad, caos e ineficacia por parte de sus autoridades insensibles yque no reaccionan ni trabajan en beneficio de los ciudadanos. El pulso es elocuente.
ARMARSE ANTE LA INDEFENSIÓN.- Tres han sido las constantes delictivas que han tocado con fuerza a los empresarios de la capital: el secuestro, el robo y la extorsión.
Por eso y de acuerdo a la versión de Adrián Alarcón Ríos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Chilpancingo, “algunos empresarios están armando a sus trabajadores para defenderse”.
Y de ahí se abren algunas lecturas:
1.-El edil municipal tricolor, Marco Antonio Leyva Mena no mueve un dedo en materia de seguridad pública.
Las cámaras de seguridad públicas no sirven ni opera el C-4. Tampoco la Policía Preventiva Municipal, sólo la Policía Estatal, pero no hay coordinación con ella ni con los Policías Ministeriales. De ahí se desprenden los hechos criminales de los últimos días.
Mientras, el edil se apoltrona cómodamente en su oficina esperando con paciencia que el gobernador Héctor Astudillo,le resuelva ese problema con la puesta en marcha de la Policía Única Estatal. Desde luego, para saludar con sombrero ajeno.
Y mientras, los hechos delictivos corren al parejo de su propia indolencia e incapacidad para gobernar.
La población en general debe aguantar los embates de la delincuencia organizada. De ahí se entiende en gran medida, que los empresarios capitalinos decidieran armarse y es previsible que los sigan otros sectores sociales.
2.-Aparte de la abulia proyectada recurrentemente, el alcalde chilpancingueño muestra signos de evidente debilidad política porque si recientemente denunció ante la PGR amenazas en su contra y de su familia, por parte del crimen organizado, entonces:¿A qué autoridad apelará el ciudadano común para exigir seguridad? Es obvio que se encuentra a merced del delito.
Al renunciar al carácter y al liderazgo político que lo hizo arribar como alcalde en la pasada elección del 7 de junio, y al asumirse como un ciudadano común y no como gobierno, Leyva Mena envía mensajes precisos en el sentido de que no hay autoridad municipal que garantice la seguridad pública.
Literalmente, renunció a su propia investidura.
El cabildo municipal ya debería estar analizando a fondo un asunto que tarde o temprano también lo alcanzará. ¿O será que a todos los regidores los tiene bien maiceados?
3.-Lo que no alcanza a entender, percibir ni ver en su muy corta visión el edil tricolor es que al armarse los empresarios, la posibilidad de un enfrentamiento con delincuentes crece diametralmente.
Un baño de sangre no se desea, pero tampoco se descarta, y la responsabilidad de ese hipotético y violento evento podría empujarlo fuera de la alcaldía.
Los tiempos políticos apelan a que la negligencia constante de las autoridades municipales las lleva progresivamente no solo a perder legitimidad ante sus gobernados, sino al fortalecimiento grotesco de la ingobernabilidad. Y finalmente, a la expulsión del poder.
La lumbre le está llegando a los aparejos a Leyva Mena y sólo él no se da cuenta de su deprimente y lastimosa situación.
Como en el cuento danés del Rey Desnudo, los estafadores le hacen creer que va bien vestido.
HOJEADAS DE PÁGINAS… Resulta curioso que la PGR se ensañe con la actriz mexicana Kate del Castillo por el asunto de El Chapo Guzmán, y al actor estadunidense Sean Penn no se le moleste.
Y mientras en España, el ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira proyecta los apoyos políticos soterrados del presidente Peña Nieto y de un priísmo que tiene la casa llena de suciedad al respecto.
Pero además, calla y la ensucia aún más, con la pesadez de su silencio como antesala de la complicidad.