Sin mucho ruido
“No vas a poder hacer nada porque no tienes mayoría”. “No te van a dejar trabajar”. Estos eran algunos de los comentarios que constantemente recibimos a finales de nuestra campaña. Sí, no es fácil llegar a un Congreso como diputado independiente, pero tampoco fue sencillo hacer una campaña con pocos recursos ni una estructura partidista y, sin embargo, lo logramos. Nos hemos encontrado con que, desde esta pequeña grieta en el Congreso, podemos generar formas de hacer política distinta. Y esto es lo que hemos aprendido a 100 días de estar en el Congreso conservando los principios de independencia, transparencia y colaboración que tuvimos en campaña.
Primero, es posible trazar acuerdos entre las fuerzas políticas. Siempre habrá coincidencias y sobre esas estamos construyendo. Un ejemplo de eso es la reforma de Participación Ciudadana, que ha sido nuestra bandera desde que comenzamos con la candidatura independiente. Hoy todas las fuerzas políticas coinciden en que las personas deben tomar la política en sus manos, que debemos quitarle decisiones a la partidocracia y las personas deben ser el centro de la actividad pública. En los próximos meses crearemos un dictamen entre las diferentes fracciones parlamentarias para crear una ley que nos devuelva a las personas la capacidad de incidir en lo público.
Segundo, cuando no tienes una estructura vertical puedes innovar en tus procesos de trabajo. Para mí y el equipo con el que construimos esta diputación, son importantes tanto los fondos como las formas. Hoy hacemos público, de manera periódica, el razonamiento de nuestros votos, es decir compartimos lo que votamos y la razón por la que votamos en el Pleno. Porque el Congreso debería ser un espacio de rendición de cuentas constante donde los diputados expliquemos a nuestros representados por qué votamos lo que votamos (con argumentos técnicos, programáticos o ideológicos).
Tercero, no somos una fracción tradicional. No tenemos espacios pagados en medios tradicionales, ni publicidad en radio o medios impresos. En esta diputación el brazo comunitario es igual de importante que el trabajo legislativo y los medios para comunicarnos con las personas siguen siendo los mismos que en campaña: redes sociales y trabajo territorial. Regresamos al distrito para recordarnos a nosotros mismos por qué estamos aquí: porque sí vale la pena organizarnos y hacer política distinta.
Estos 100 días han sido un buen comienzo para seguir haciendo grietas en el muro de la apatía y partidocracia. Desde este espacio buscaremos narrar los procesos de una diputación independiente y los alcances que puede tener un espacio gestado desde la sociedad civil. Bienvenidas y bienvenidos.
*Pedro Kumamoto es el primer diputado independiente en la historia del Poder Legislativo en Jalisco y cada mes escribirá una columna para los lectores de Quadratín.