Dejan un cuerpo encobijado y con torniquete en Mozimba de Acapulco
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de febrero de 2016.- En los caminos de la Tierra Caliente solo quedan costaleras vacías y decenas de cruces al borde del pavimento. Las autodefensas de playeras blancas y armas de todo tipo ya no son visibles, aunque están por ahí escondidas.
De acuerdo con información publicada por el diario Milenio, el recuerdo de lo que ocurrió hace tres años está presente, pero hoy no hubo misas ni comilonas que celebraran la gesta de los valientes que se levantaron en armas para quitarse el yugo del crimen organizado que los tuvo sometidos 10 años.
Lo que en el primer aniversario fue una advertencia de algunos, hoy es una realidad. No todos los que se pusieron la camiseta blanca eran gente buena. Muchos se disfrazaron para intentar pasar desapercibidos. Y quizá lo lograron, pero por un corto tiempo.
Hipólito Mora, el limonero de La Ruana que tomó su pistola y se puso un chaleco antibalas el 24 de febrero de 2013, hoy dice que no hay nada que festejar.
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