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CIUDAD de MÉXICO,. 17 de marzo de 2016.- ¿Con qué soñó anoche?, soñar con dormir bien no es un acto onírico, aunque sí una acción difícil para el 45 por ciento de la población global, según la Organización Mundial de la Salud. En México no hay situaciones alarmantes, sino aspectos trascendentes en relación a esta actividad reparadora.
El insomnio es el trastorno más común de las enfermedades del dormir; no conciliar el sueño al menos tres noches por semana durante un mes, como mínimo, es un problema que no se resolverá de manera espontánea; se requiere acudir a un centro especializado, señaló en un comunicado, el director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, Ulises Jiménez Correa.
“En el país es más frecuente en mujeres que en hombres, con una proporción de dos a uno, situación que tiene que ver con factores hormonales (como la menopausia y el síndrome premenstrual) y psicológicos. Los estilos de afrontamiento y la personalidad de ellas (se preocupan más por ciertas cosas) también las hace más proclives a padecerlo”, detalló.
El segundo problema son los ronquidos y la apnea (pausas respiratorias durante el sueño). Los varones mexicanos tienen más trastornos respiratorios del sueño. “Somos dos a uno más roncadores y tenemos más dificultades con la apnea”, reiteró.
Los ronquidos son el ruido que se genera con el paso forzado del aire durante la respiración, que está parcialmente cerrada sin llegar a la obstrucción. Se estima que alrededor del 30 por ciento de los hombres los sufren.
Aunque los trastornos del sueño también dependen de la edad, existen perturbaciones menos frecuentes, como rechinar los dientes, caminar o presentar conducta sexual, alimenticia o violenta mientras se duerme. En general, a este conjunto de padecimientos se les conoce como parasomnias, explicó Ulises Jiménez.
Además, algunos adolescentes y adultos jóvenes sufren el denominado síndrome de fase atrasada de sueño, que consiste en no tener un horario adecuado y constante para ese descanso (dormirse y levantarse muy tarde).
“Quienes no tienen ocupaciones, que no necesitan levantarse temprano, que están hasta las tres o cuatro de la mañana en la computadora o en Internet, invierten su ciclo del sueño”, remarcó.
Otro síndrome de importancia entre adultos jóvenes es el de sueño insuficiente. Aquí se contempla a la gente que tiene que despertar temprano para ir a la escuela, a trabajar o para realizar otras actividades; llegan a casa de noche para hacer tareas y se duermen muy tarde; entonces, durante el día tienen mucho sueño.
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