Abatir la impunidad, la madre de todas las batallas
Las declaraciones del ex secretario de Seguridad Pública de Acapulco Alfredo Álvarez Valenzuela a un medio de circulación nacional vienen a confirmar lo que hemos señalado: la infiltración de la policía municipal de Acapulco por parte del crimen organizado, con la tolerancia y protección del alcalde Evodio Velázquez.
En la administración anterior presidida por Luis Walton se tomaron las decisiones correctas, frente a la inoperancia de la policía municipal y la sospecha de su infiltración por parte del crimen organizado. Con base en la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública se llevó a cabo la certificación en control y confianza de los agentes de la corporación, por parte de las instituciones nacionales encargadas de la materia.
Estos exámenes dieron como resultado que 1070 elementos reprobaron estas evaluaciones y por tanto no debían seguir desempeñando la función policial. A 403 elementos se les liquidó laboralmente, con una inversión de 61 millones de pesos. Del resto, 667 policías, quedó pendiente su liquidación en función de las dificultades presupuestales, pero no regresaron a desempeñar la función para la cual no estaban calificados.
En reacción a esta medida, en franca oposición a la certificación, se llevó a cabo un paro de la policía municipal que en muchas ocasiones se tornó violento. Incluso las cabezas de este paro amenazaban a los policías que sí pasaron la certificación (aproximadamente 500) para que no llevaran a cabo su trabajo.
Frente a ello, el gobierno municipal anterior realizó gestiones para que la Gendarmería Nacional, la Policía Federal, la Marina, el Ejército y la Policía Estatal se encargarán de la seguridad de los acapulqueños. De igual manera, Luis Walton gestionó que el Ejército desarmara a la policía municipal.
Saque usted sus propias conclusiones: cuando se dio el paro de la policía municipal y se desarmó a los agentes de esa corporación bajaron los delitos en Acapulco. Un dato: los homicidios dolosos pasaron de 680 en 2013 a 407 en 2014 (precisamente el tiempo del paro). No se necesita mucha ciencia para arribar a la conclusión que la mayoría de los elementos de la policía, en lugar de ser agentes de seguridad eran elementos de la delincuencia.
¿Qué fue lo que hizo, por el contrario, Evodio Velázquez con relación a la policía municipal? En primer término descalificó las acciones del anterior gobierno y en lugar de entender que el paro fue una reacción a la certificación, se dedicó a justificar el paro como si ese fuera el problema y no una reacción al problema.
Asimismo, el actual alcalde volvió a poner a trabajar a los 667 agentes reprobados como policías y nombró mandos policiacos sin certificar, violando flagrantemente diferentes leyes y cometiendo delitos, razón por la cual los diputados ciudadanos lo denunciamos penalmente ante la PGR.
Incluso, de los cinco secretarios de seguridad pública que en menos de ocho meses ha tenido el gobierno de Evodio Velázquez, uno de ellos, Francisco Sandoval, fue descalificado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, por utilizar documentos apócrifos para querer justificar sus estudios, pero principalmente por negarse a ser evaluado. El actual alcalde metió reversa a todos los cambios para congraciarse con la policía infiltrada y reprobada en lugar de ver por la seguridad de los acapulqueños.
Las preguntas que surgen son las siguientes: ¿Como parte de sus compromisos de campaña pactó Evodio Velázquez restituir en la función a los policías reprobados y nombrar mandos policíacos sin certificar? ¿Por qué protege que sigan en la función policial 667 agentes reprobados en control y confianza? ¿Por qué nombró mandos policiacos sin certificar, violando la ley y cometiendo delitos?
El gobierno municipal actual, en el colmo del cinismo, ha pretendido adjudicarse como un logro propio la certificación de 500 policías de la administración pasada, pretendiendo engañar al secretario de Gobernación y al Ejecutivo del estado. En lugar de dilapidar los recursos del erario en corrupción, Evodio Velázquez debería liquidar a los 667 elementos de la policía reprobados y hacer una auténtica depuración de la policía. No lo hace porque prefiere mantener las cosas como están y solapar a esos elementos.
Insistimos mientras siga la policía municipal de Acapulco sin depurarse seguirán los problemas de inseguridad. Evodio, quien protege a la delincuencia policial, es parte del problema de la inseguridad, no de su solución.
__________________________________
*El autor es coordinador de la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano en el Congreso del Estado de Guerrero.