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Foro político
El fiscal y el temor a flor de piel
El fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez, declaró que un gran porcentaje de la Policía Municipal está controlada por la delincuencia organizada: hacen labor de vigilancia (“halcones”, les llaman), o están empleados como distribuidores de droga. Esto los colocaría, de ser cierto, como narcotraficantes, lo que sería una gran mancha más para el tigre de la delincuencia que aterroriza a los acapulqueños y ahuyenta al turismo.
Antes, el fiscal, había aseverado que los tres policías viales asesinados recientemente en Acapulco, hacían labor de “halcones”, y que la policía municipal acapulqueña está infiltrada por el crimen organizado.
El secretario general del Ayuntamiento, Daniel Meza, contestó, airado, que si el fiscal tiene conocimiento, ¿por qué no actúa?
Entre ese “gran porcentaje” de la policía municipal acapulqueña, que según Xavier Olea Peláez forman parte del crimen organizado, ¿están también los “policias acreditados”? Entonces, vivimos en una ciudad indefensa, en donde el crimen campea en todo su poder, en toda su expresión y la ciudadanía tiene en el cuerpo gubernamental, aliado con los criminales, a su enemigo principal. Aquí, y en cualquier lugar del mundo, es una descomposición social y un estado de ingobernabilidad, y la pregunta de Daniel Meza, el airado secretario general del Ayuntamiento, debe ser atendida, no sólo por el fiscal Olea, sino por la Procuraduría General de de la República, pues Acapulco y los acapulqueños no merecemos una policía municipal controlada por el narcotráfico.
Y, claro está, si la Policía Municipal está bajo control del crimen organizado, entonces como forma parte del gobierno municipal, este también está controlado por los criminales.
Xavier Olea Peláez, fue más explícito: en Acapulco operan cuarenta bandas de narcotraficantes, dos “fuertes” y 38 en etapa de fortalecimiento. Las zonas turísticas: playas, la Costera, avenida Escénica y la zona Diamante son 99% seguras. Sí, como en Suiza, en donde también de vez en cuando hay asesinatos y otros delitos, contestó a Carlos Loret de Mola, conductor de un noticiario de Televisa.
¿Qué pasa aquí? ¿Quién nos puede ayudar? Si a nosotros, los acapulqueños, nos dan ganas de salir corriendo, ¿cómo esperamos que Acapulco se reposicione como primer destino de playa del país?
El fiscal general del estado, la procuradora general de la república, y sobre todo, el presidente Enrique Peña Nieto, deben actuar. No podemos aceptar un estado de cosas atemorizante: policías y gobierno municipal infiltrados por el crimen organizado, taxistas armados repeliendo las agresiones de los delincuentes, las calles ensangrentadas y el temor de los acapulqueños a flor de piel.