
La osadía de Vargas Llosa
Criminalidad, salud, embarazos de mujeres adolescentes y construcción de la ciudadanía son los grandes retos de los mexicanos y todos ellos están vinculados al déficit de valores en los estadios de socialización por excelencia: la familia y la escuela.
Al igual que en el libro bíblico de apocalipsis, los mexicanos tenemos nuestro propios jinetes apocalípticos que resulta difícil enfrentar con éxito, si no cambiamos las condiciones políticas, económicas y sociales imperantes en el país.
Los estragos producidos por la inseguridad pública son evidentes para todo mundo y pasa por el proceso de saneamiento de las policías de todos los órdenes de gobierno que remite, por supuesto, a una falla del Estado que tiene que ver directamente con la corrupción de políticos y mandos policiacos. En este rubro los titulares de los poderes ejecutivos federal, estatal y municipal y nuestros representantes en los Congresos federales y estatales tienen una gran responsabilidad que no han asumido eficaz y eficientemente, pues si en términos cuantitativos los buenos son más, la acción de los malos se catapulta por la complicidad de los servidores deshonestos.
Respecto al tema de la salud, apenas el doctor Narro, titular del ramo, junto con los directores del IMSS y del ISSSTE dieron la voz de alarma en torno a la incontenible muerte de mexicanos producida por los enfermedades terminales como la diabetes y eventos cardiovasculares, ambos derivados de un estilo de vida equivocado e indolente que lo mismo peca de sedentario que de la irresponsable ingesta de alimentos grasos y azúcares refinados.
Otro punto son los embarazos precoces en adolescentes pobres víctimas de abuso o violencia sexual, o aquellas jóvenes que, una vez satisfecha la lascivia de sus parejas, son orilladas a abandonar sus estudios y a trabajar en lo que sea para mantener a su vástago. Según datos de la organización internacional Save the children, México lidera este fenómeno con medio millón de embarazos posicionándolo en el primer lugar de los países miembros de la OCDE. Los embarazos precoces a más de ser un problema de salud es también un asunto de política pública que devora una parte importante del erario federal.
El cuarto jinete del apocalipsis moderno es el déficit de ciudadanía que arropa a un extenso segmento de la sociedad. La ciudadanía es, en los sistemas democráticos, el ladrillo que le da forma a las instituciones en un régimen de derecho, donde el respeto a la ley son las columnas que lo sostienen. El cemento que une a los tabiques es la cultura cívica que parafraseando al Doctor Córdova Vianello, es algo que no se enseña, sino que se experimenta como una forma de vida.
Sin la urgente participación del gobierno en el combate, en serio, de la corrupción, sin la concurrencia de la familia como núcleo básico que provea a los niños y adolescentes del código moral que lo guie por la vida, y sin un sistema escolar que fortalezca los valores cívicos de la democracia en los futuros ciudadanos, los cuatro males enunciados seguirán cabalgando por generaciones.