Sin mucho ruido
Ángel Aguirre fue enterrado vivo
Era de esperarse que el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero regresara al exilio de donde cometió el error de salir hace unos días.
Aquí se dijo a los lectores de Quebrada que esto sucedería y es que hay muchas cuentas pendientes y una muy mala imagen como para pensar que se le iba a recibir con bombo y platillos como lo hicieron algunos personajes del PRD.
Si el ex mandatario pensó que su reaparición en público reforzaría las aspiraciones de su hijo Ángel Aguirre Herrera por ser alcalde de Acapulco; que la izquierda lo vería como un factor de unidad para el 2018 y que el gobernador de Guerrero estaría feliz de que le viniera a “ayudar” con la gobernabilidad y la estabilidad del estado como lo pretendió hacer creer, se equivocó en las tres cosas.
1.- Su presencia afectó a su vástago cuya aspiración es legítima pero su apellido se ha convertido en un lastre que no puede quitarse. Le favorecía más que el padre operara bajo la mesa a que asomara la cara y presumiera sus cartas delante de los demás jugadores que de inmediato acusaron vía la publicación en el periódico Reforma que Aguirre debe más 8 mil millones de pesos de la mano anterior.
2.- La izquierda, salvo que insista en seguir en la incongruencia, no puede unirse en torno al ex gobernador, que si bien no ha sido requerido ni juzgado por las autoridades por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, tampoco ha sido exonerado por el movimiento social al que se sumaron organizaciones de todo el planeta, mucho menos por la historia en tanto no se esclarezca la auténtica verdad sobre este indignante hecho.
3.- A ningún gobernador le hace gracia que un sucesor, sobre todo si fue de otro partido, venga a mostrar el músculo y a darle el beso del diablo diciendo que es su cuate y que lo va a ayudar, cuando es obvio que el único interés que tiene tan “solidario” personaje, es el de todo político: obtener espacios de poder. Ya Héctor Astudillo dijo que las irregularidades deben castigarse y dio a entender que de ser necesario interpondrá las demandas penales correspondientes para que la casa cobre a don Ángel lo que falta en caja.
Aguirre entendió el mensaje y mandó a su vocero el senador Sofío Ramírez a decir en un noticiero de radio de Chilpancingo que ya no volvería a asomar la cabeza.
Si es cierto eso de que en política no hay muertos, a Ángel Aguirre ¡lo enterraron vivo!
El chiste se cuenta solo
Dice Evodio Velázquez que arriesga la vida… ¡en las operaciones contra el crimen!
Ahora en Acapulco no sabrán si reír o llorar todo el fin de semana. Nos leemos el lunes.