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CIUDAD DE MÉXICO, 06 de diciembre de 2016.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió un informe sobre las condiciones de menores de edad que viven en los Centros de Reclusión de la República Mexicana donde halló, entre otras situaciones, condiciones precarias particularmente de salud, alimentación, educación, estancia digna y esparcimiento.
En el documento presentado al Senado de la República, del que tiene copia Quadratín México, el ombudsman nacional reiteró a los tres niveles de gobierno su preocupación sobre la ausencia de políticas públicas que hagan efectivas las disposiciones jurídicas para atender a las hijas e hijos de mujeres en centros de reclusión y privilegien la prestación de los servicios encaminados a la satisfacción de las necesidades de la niñez.
En el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria se ha advierte que en muchos centros se desatienden las necesidades de las hijas e hijos de mujeres internas, primordialmente en los rubros de salud, alimentación, educación, estancia digna y esparcimiento.
Con base en el trabajo desarrollado por la CNDH, así como de las visitas y entrevistas con las autoridades penitenciarias responsables de los centros, las propias internas, en concordancia con los hallazgos publicados en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015 “se ha encontrado que persisten una serie de condiciones que dificultan una vida digna y segura, así como de situaciones que vulneran los derechos humanos de las hijas e hijos de las mujeres privadas de la libertad”.
“Existe Insuficiencia de infraestructura que garantice una estancia digna; hay deficiencias en el servicio médico y en educación inicial y preescolar, así como de una carencia en la alimentación e una inadecuada atención y clasificación”, concluye el documento.
En cuanto a la infraestructura, reveló que en la mayoría de los centros no se dispone de un espacio adecuado, por lo que se observa que en ocasiones se comparte la cama entre madres, hijas e hijos, encontrando algunos casos en donde la interna tiene a más de una niña o niño con ella.
En cuanto a las condiciones en las que viven los menores de edad en los centros penitenciarios, solamente tres de ellos cuentan con espacio suficiente para que las internas con hijas o hijos pequeños coloquen cunas, situación que pone en riesgo a los menores.
Existen centros como el de Topo Chico en Nuevo León, en donde los espacios son notoriamente insuficientes y el hacinamiento se hace presente de manera importante; de igual forma, se presenta esta situación por ejemplo, en Chiapas donde hay ocho espacios en dormitorios y un total de 23 niños.
Otra situación que afecta al sano desarrollo de los menores de edad, es la sobrepoblación y hacinamiento presente por la falta de espacios adecuados, ya que únicamente 14 centros cuentan con dormitorios diseñados para la estancia de internas con hijas e hijos, sin que ello implique que sean suficientes y adecuados.
Resalta que entre los servicios de salud que se consideran debe tener la población infantil, se encuentra la atención de médicos pediatras, vacunación, servicios dentales y psicólogo infantil; no obstante, en la mayoría de los casos, sólo se cuenta con atención médica general, sin la de un especialista en pediatría, siendo los mismos médicos que atienden a las internas.
En los centros las instalaciones médicas exclusivas para los niños no existen, por lo que se les atiende en consultorios destinados para personas adultas, bajo limitación de medicamentos incluso para tratar las enfermedades más comunes (gastrointestinales, respiratorias y de la piel), lo cual se agrava si se toma en cuenta que la conservación de la salud infantil requiere medicamentos específicos y de mayor cuidado.
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