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El ultimátum y el colapso
Un desorden, la aplicación de estacionamiento gratis
La implementación de la nueva disposición de que centros comerciales y tiendas de autoservicio no cobren dos horas de estacionamiento a quienes les compren mínimo 50 pesos en mercancía, es todo un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas.
La iniciativa parte de un acuerdo presentado por la regidora de Movimiento Ciudadano, María Antonieta Guzmán Vizairo que iba sobre la gratuidad total, pero que el PRI pidió modificar en comisiones con el fin de no afectar los empleos que dependen de esos estacionamientos, concesionados algunos de ellos, hay que decirlo, a otras empresas.
Posteriormente se aprueba una gratuidad parcial, mínima, de apenas dos horas y condicionada al consumo de 50 pesos, y se publica en la Gaceta Municipal dos o tres meses después, cuando el secretario general Daniel Meza Loeza despertó y vio que el dinosaurio -con forma de acuerdos aprobados y apilados en su oficina- seguía ahí.
El sentido común indica que lo que seguía era que Reglamentos y Espectáculos notificara a los establecimientos y que el propio alcalde Evodio Velázquez o al menos la Dirección de Comunicación Social a cargo de José Luis Méndez, o el propio Daniel Meza, dieran a conocer la entrada en vigor de la nueva medida y explicaran a los ciudadanos dónde denunciar a quienes no la cumplan.
Pero no fue así. Los rebasó el protagonismo del regidor de Grupo Guerrero, Amílcar García Estrada, quien comenzó a subir videos a las redes sociales como si se tratase de un logro suyo, y deshaciéndose en agradecimientos para Meza Loeza y fotos con su compañero de corriente política, el director de Reglamentos, German Farías Silvestre, quien hasta entonces comenzó a notificar a los negocios, muchos de los cuales ya estaban amparados.
¿Al amigo se le ayuda, como dijo su jefe político David Jiménez Rumbo?
¿Y a los ciudadanos que exigen sus dos horas gratis y se encuentran con que establecimientos como Walmart o Galerías Acapulco se las niegan quién los ayuda?
¿Qué culpa tienen ellos de que un edil apresurado se haya puesto la camisa sin planchar en busca de likes y de fans en Facebook?
¿Y qué culpa tiene él de haber aprovechado el vacío de poder y la desorganización que existe en el Palacio Municipal de Acapulco?
Evodio Velázquez decía que en su gobierno si habría planeación, que no se improvisaría. Eso fue lo que pasó en el tema del estacionamiento. Una falta de planeación y una improvisación total.
*Quebrada es una columna realizada con aportaciones de los reporteros de Quadratín, previamente verificadas.