Médula
¿Y dónde están los sindicatos?
En los últimos días hemos visto protestas de partidos políticos y organizaciones de transportistas contra el gasolinazo, pero ha sido notoria la ausencia de los sindicatos que agrupan a la clase trabajadora, la más afectada sin duda, aunque el gobierno diga lo contrario.
La CTM, CROM, CROC, SUSPEG, etcétera, han brillado por su ausencia en este momento en el que deben demostrar que no sólo representan, sino que defienden la muy lastimada economía familiar de sus agremiados.
El Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a los hidrocarburos es el eje encarecedor de todos los productos y servicios que se consumen en el país.
En estos días se han escuchado voces que afirman que el gasolinazo sólo afecta a las clases alta y media, que en el incremento a las tarifas de luz quedan a salvo los usuarios de bajo consumo y toda una serie de falacias para tratar de contener la inconformidad ciudadana.
El gasolinazo impacta los costos de la transportación de los productos básicos y repercute en el precio final al consumidor de cualquier clase social, de la misma forma en que el aumento a la luz y al gas en el sector comercial encarecerá todo lo demás.
Esa carestía no se puede enfrentar diciendo que tenemos los combustibles más baratos del mundo cuando también contamos con los salarios mínimos más raquíticos.
La clase trabajadora es la más afectada porque cuenta con menos posibilidades de hacer frente al incremento de precios en cascada que comenzó a darse ya en el transporte, la tortilla y la canasta básica.
Se supone que los sindicatos a los que aportan un porcentaje de su salario a manera de cuota deberían luchar por ellos, pero ya varios días han transcurrido sin que estas organizaciones se movilicen, más allá de algunas lamentaciones en medios de comunicación.
¿Acaso esperan a ver qué anunciará hoy al respecto el presidente Enrique Peña Nieto quien dará un mensaje a la nación este mediodía?