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La placa del siglo XVIII que el alcalde Evodio Velázquez Aguirre dijo que se habían robado hace tiempo del monumento a la erección del estado de Guerrero, sí se encuentra en el obelisco y con huellas de haber sido cincelada, según se apreció al removerse hoy el granito y el cemento el que el Ayuntamiento la habían cubierto.
Personal del INAH inspeccionó hoy el monumento y luego de remover con esmeril y cincel la placa de granito y el cemento con el que se cubrió la pieza colonial protegida por la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, se constató que son más visibles las huellas del cincelado que se hace antes de colocar el granito que los grabados originales que indicaban el camino al Fuerte de San Diego.
Entrevistado antes del procedimiento iniciado por el INAH a petición de la Academia Mexicana de Arqueología, el director operativo de Zonatur Iker Amieva Gadsden, reconoció que la placa “estaba ahí” porque le enseñaron unos planos durante una reunión que tuvo en la delegación del organismo federal en Chilpancingo.
Aunque dijo que “prácticamente de tantas capas de pintura ni se veía (las inscripciones que tenía)”, y que para que no sufriera más daños “se cubrió con granito”.
Por su parte el personal del INAH se negó a hacer declaraciones pues indicaron que realizarán el análisis de la pieza para hacer su reporte al Instituto.