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CHILPANCINGO, Gro., 2 de noviembre de 2017.- El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dijo que es momento “de abrir todo el abanico para luchar y que logremos entre todos la paz en Guerrero”, esto al proponer nuevamente un diálogo entre integrantes del crimen organizado y autoridades “que tienen poder de decisión”.
En entrevista al término de la misa en el Panteón Central de Chilpancingo, donde miles de personas acudieron a visitar a sus difuntos este Día de Muertos, Rangel Mendoza indicó que el diálogo “entre amigos” y gente que sola se echa porras es uno “ya viciado” y “manco”.
“Yo pienso que es una manera muy inteligente de lograr la paz, si vamos a dialogar entre amigos y la gente que nos va a echar porras, qué diálogo es ese, es un diálogo ya viciado, un diálogo manco, sería bueno abrir todo el abanico para luchar y que logremos entre todos la paz para Guerrero”, expresó.
El prelado explicó que él ha hablado mucho de un diálogo con todas las personas, “no un diálogo de sordos, hay que poner en la mesa ideas, y ojalá y se pueda dar este pacto a nivel estado de Guerrero, es algo que a veces molesta, pero salen en las estadísticas que en los 32 estados, Guerrero ocupa el primer lugar en inseguridad y el último en prosperidad, así es que tenemos inseguridad y espero que Dios ilumine a las personas que tienen poder de decisión y así lograr la paz”, sentenció.
Por otra parte, opinó sobre las creencias a la Santa Muerte y dijo que los que la veneran son principalmente integrantes de la delincuencia organizada, porque se encuentran en constante peligro.
“Son los de la delincuencia los que creen en la Santa Muerte porque ellos están metidos en el peligro y de un momento a otro pueden morir, para ellos es un anhelo de vida que alguien les ayude por ello la creencia, pero el único que nos puede ayudar es Dios misericordioso”, sostuvo.