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CHILPANCINGO, Gro., 6 de febrero de 2018.- El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel Mendoza denunció que en lo que va del actual gobierno de la República que encabeza Enrique Peña Nieto suman 21 sacerdotes asesinados en todo el país.
En entrevista al concluir la misa de cuerpo presente del párroco Germaín Muñiz en Apango, el obispo indicó que el gobierno de Guerrero ya no puede justificar la violencia que se vive y menos con campañas sucias, como querer culpar a los padres Germaín Muñiz e Iván Añorve de tener vínculos con grupos delictivos.
Insistió en que la muerte de los dos sacerdotes fue por un incidente “de haber rebasado a unas personas que se sintieron ofendidos”, aunque reconoció que fue una imprudencia que los dos párrocos asesinados salieran en la madrugada.
Rechazó que ambos hayan tenido una riña en el baile que se realizó en Juliantla, municipio de Taxco, e insistió que el asesinato se dio por la violencia y la inseguridad. En el caso particular del padre Germaín, quien es exhibido en redes con un arma de fuego, dijo “fue una imprudencia del padre, no sé si tenía contacto con esos grupos, lo que sí sé es que el padre tenía que dialogar con todos los sectores porque trabajaba en Mezcala, por donde están las minas y tenía que quedar bien con todos para poder pasar a su centro de trabajo”.
Insistió en que el gobierno debe dialogar con los delincuentes, ya que “a pesar de que no les guste a algunos políticos, la delincuencia es parte ya de la sociedad y está ganando terreno no sólo en Guerrero, sino en todo México”.