México ante su mayor amenaza
La OFA, un remanso de paz en el Guerrero bronco
La Orquesta Filarmónica de Acapulco cumple dos décadas de promover la cultura musical entre los guerrerenses bajo la batuta del maestro Eduardo Álvarez y con el apoyo del gobernador Héctor Astudillo Flores.
Como todo proyecto que inicia en el contestatario Guerrero, hace 20 años el maestro Álvarez tuvo que sortear la oposición de grupos de músicos locales para consolidarlo, cosa que gracias a sus dotes de publirrelacionista logró en unos cuantos meses.
Es una muestra de que cuando se pone a la persona indicada al frente de un proyecto y la sociedad lo respalda, las cosas pueden concretarse pese a cualquier oposición.
Desde entonces la OFA no solamente ha ejecutado magistralmente conciertos de música clásica, sino que se ha convertido en embajadora de la música tradicional guerrerense. Lo mismo las chilenas de la costa que los sones calentanos han formado parte de su repertorio.
El próximo viernes en Acapulco será acompañada por los máximos exponentes de Tierra Caliente, los hermanos Tavira.
La orquesta es además una muestra de que la continuidad en las políticas públicas es un acierto de gobiernos como el de Héctor Astudillo Flores, que se debe reconocer, ya que es formadora de jóvenes que encuentran en la música una alternativa para encauzar su talento y su energía, sin duda, un elemento importante para la restauración del tejido social.
El gobernador recientemente recibió del maestro Eduardo Álvarez la batuta de plata por el apoyo sin precedente que ha brindado a la OFA, así como al sistema de orquestas infantiles que ayudan a encauzar a los niños de zonas afectadas por el fenómeno de la violencia.
En Guerrero existen 11 orquestas infantiles y esperemos que cada vez sean más, de la misma manera en que se desean muchos años más a la Filarmónica de Acapulco, ese remanso de paz en el Guerrero bronco.