Sin mucho ruido
Miedo a una dictadura
En varios países los gobernantes terminan siendo tiranos contra su propio pueblo. En varias naciones grupos armados rebeldes arribaron al poder en medio de grandes expectativas pero terminaron siendo dictaduras represoras, persecutoras y asesinas. ¿Ejemplos?: Venezuela y Nicaragua.
El pueblo venezolano caro está pagando el haber elegido como presidente a un sujeto mesiánico, demente y obsesivo por el poder como Nicolás Maduro, quien se reeligió y va para un periodo de veinte años; o sea: vitalicio, porque cuenta con amplio respaldo del Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y todas las policías habidas y por haber.
Bajo el absurdo pretexto de cumplir el sueño guajiro de su héroe Simón Bolívar, de preservar la Patria Bolivariana, en Venezuela gobierna además del tirano Maduro un grupo de fanáticos represores de la libertad de expresión. Las cárceles de Venezuela están llenas de presos políticos disidentes opositores al gobierno de Maduro.
A eso temen la mayoría de ciudadanos: Que México se convierta en otra Venezuela, de arribar al poder el falso Mesías Andrés Manuel López Obrador junto a su séquito de fanáticos que andan como hienas hambrientas -de poder y riqueza- con el falso argumento de que quieren “patria y democracia para todos”. ¿Permitirían los gringos que en su patio trasero se instale una nueva dictadura?
En Nicaragua, los guerrilleros derrocaron del poder al extinto presidente Anastasio Somoza, pero se instaló otra dictadura: la de los rebeldes encabezada por Daniel Ortega Saavedra, cuyo gobierno lleva casi 40 años en el poder a sangre y fuego con el apoyo de su ejército de asesinos.
Un promedio de tres personas son asesinadas diariamente en Nicaragua –hombres, mujeres y niños- a manos de las policías al servicio de la dictadura encabezada por la familia Ortega Saavedra. Afirman que la esposa de Daniel, es una señora desalmada y sanguinaria; es la que verdaderamente tiene el poder en ese país centroamericano.
En México la gente teme que si llega al poder AMLO éste podría instalar una dictadura al estilo Venezuela, por eso muchos electores todavía dudan darle su voto al político tabasqueño quien sigue arriba en las encuestas y acapara y explota la ira de muchos mexicanos.
Venezuela vive una severa crisis económica; su moneda –Bolívar- está más que devaluado ante el dólar. La gente no tiene dinero para comprar alimentos, los cuales busca entre la basura.
La clase privilegiada en ese país son los seguidores de Maduro: la burguesía “bolivariana”; las familias de los soldados, policías, marinos y demás corporaciones policiacas y los “orejas” –fanáticos- del gobierno dictatorial de Nicolás I Rey de Venezuela.
A menos de un mes para que se celebren los comicios más inéditos de la historia de México, las campañas políticas se llevan a cabo intensamente, en tanto la guerra sucia arrecia a través de las redes sociales por Internet. Los candidatos -desde sus “cuartos de guerra”- se dan con todo; se acusan de todo. El estercolero está a todo lo que da.
Los electores tienen tiempo suficiente para analizar detenidamente a quien le darán su voto para elegir a sus autoridades. Existe el riesgo que los ciudadanos elijan como alcaldes o diputados a verdaderos desconocidos; gente ambiciosa, hambrienta de dinero y poder quienes compraron candidaturas, principalmente a los partidos Morena y PT.
Trasciende que los líderes de estos últimos partidos subastaron candidaturas e hicieron sus cochinitos bien gordos$$$$$. Esto lo pueden explicar los ahora magnates dirigentes de apellidos: Wences, Sandoval y Núñez quienes son unos verdaderos corruptos investidos con ropaje de demócratas.
En Guerrero serán electos: Presidente de la República, 80 presidentes municipales, senadores, diputados federales y diputados locales. O sea, a cada ciudadano le entregarán cinco papeletas cuando acuda a las urnas a votar.
El Mundial de Futbol Rusia 2018, dará inicio el próximo día 14 de este mes; para muchos es más que oportuna la justa deportiva del balompié, porque será un distractor que provoque olvido a las campañas políticas de los candidatos a cargos de elección popular…
Punto.