Satiricosas/Manú Dornbierer

Legalización de las drogas

Por fin un mandatario MEXICANO acepta haber cometido un muy grave error y propone una reparación. Más vale tarde que nunca.

“Yo seguí una política equivocada”, dijo un ex presidente de México, al reconocer que erró al apostar por la prohibición de las drogas y no por la regulación.

“Las políticas proteccionistas de la represión y criminalización han tenido resultados devastadores”, Ernesto Zedillo Ponce de León dixit en la presentación del informe Regulación del Control Responsable de las Drogas, de la Comisión Global sobre Políticas de Drogas en Mexico City, como se llama en el mundo a nuestra capital nacional, y no con las siglas expedidas por su penúltimo jefe de gobierno del hoy vergonzoso PRD, Miguel Ángel Mancera, quien dejó el tiradero y se fue a refugiar de senador, no sé muy bien si al mismo PRD o al PAN o  al PRI.

“Estas políticas han fracasado rotundamente en prácticamente todos los lugares en los que se han aplicado”, y esto incentivó más los problemas de salud pública y trajo consigo “terribles violaciones de derechos humanos (…). No omito la responsabilidad, yo seguí una política equivocada”, aceptó el buen Zedillo de la Universidad de Yale, presidente de México de 1994 a 2000, que instaló en la cárcel a Raúl Salinas de Gortari, hoy purificado al 100% por la egregia “Justicia Mexicana” de Enrique Peña Nieto, como se ha de haber enterado en Estados Unidos donde radica.

Consideró también que “el documento presentado por la Comisión Global puede ser muy útil a un México que se acerca a una nueva administración que parece mucho más dispuesta a buscar alternativas”. Y es que, en su opinión, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha mostrado receptivo ante la posibilidad de regular ciertas drogas y amnistiar a jóvenes que portan pequeñas cantidades de droga. ¡Por fin un aliado, Peje!

Por su parte, César Gaviria, ex presidente de Colombia, se expresó así: “Si México entra por el camino de la regulación, primero va a tener mucha menos corrupción y segundo va a mejorar sus policías y su fuerza pública”. Vaya, vaya, por fin están entendiendo – ¿o aceptando públicamente? – que “la política prohibitiva impulsada por Estados Unidos ha llevado a muchas naciones a grandes sacrificios” que resultaron “fallidos”, como dicen, presumiendo falsa buena fe. Pero, señores, esa política ha sido muy útil para Estados Unidos que penetró a fondo, por no decir en buen mexicano que “se chingó” a toda América Latina, aumentando el consumo local, enviciando para ampliar el negocio a millones de jóvenes (en principio no era un problema) en “los países productores”. Y por supuesto en los consumidores ricos mundiales. Todo esto mientras le pasaba la factura a Colombia primero, a México después.

Estas declaraciones positivas para México sorprenden en boca de Zedillo pues se atreve a demostrar que EU, país donde reside desde que dejó la presidencia, no es precisamente ningún benefactor de otros países ni del propio ni del planeta, como clama y reclama Trump, sino al contrario. Su propia madre patria, Inglaterra, ya le había enseñado en el siglo 19 el camino del negociazo que son las drogas al introducir el opio en China (si quieres saber a fondo y más, busca la guerra de los bóxers, y además compra mi libro sobre el tema por este correo a través de lo que he llamado “Yo soy mi propio Amazon”, para que dejen de explotarme sin pagarme. La edición original data de 1991 y ha tenido muchas más. Tú la puedes adquirir en digital directamente aquí conmigo).

En 1990 me llamó el procurador de la República al que se acusaba ya en su nativo Jalisco de promoverlas y me entregó un paquete de información sobre la Guerra de las Drogas, que había preparado un bandido llamado Richard Cheney, secretario de la Guerra, mal llamado de la Defensa, del viejo George Bush (que fue tan director de la CIA, como Putin de la KGB). Tuvieron que inventar otra guerra porque se había quedado sin chamba y dinero al cancelarse en 1989 otro negociazo gringo, la Guerra Fría con la URSS.

Enrique Álvarez del Castillo comprendió el horror que sería para Latinoamérica:  simplemente la intromisión más terrible a nivel continental. Habiendo perdido el mega business de la Guerra Fría, inventaron esa contra “los países productores” del continente y de Oriente, pero allá los mandaron a la goma. Sus siervos latinos, no. Era presidente de México su títere Salinas de Gortari, cuyo propio títere, Calderón, se lanzaría como el Borras a la guerra gringa. Y hoy vemos los resultados.

México y Suiza

Pero además de los presidentes latinoamericanos citados, Ruth Dreifuss, la primera mujer presidenta de la Confederación Hevética en el año 1999, (Suiza tiene una presidencia rotativa de los siete del Consejo Federal y ocupan la presidencia uno cada año) comentó que no busca interferir en asuntos internos de los países, pero opinó, la ex  suiza, que hoy preside la Comisión Global sobre Políticas de Drogas que “México es uno de los países que paga un precio más alto por el control internacional de drogas”. El informe en que se apoya fue elaborado por unos 25 expertos de los cinco continentes, en su mayoría ex mandatarios, entre ellos el citado ex presidente de México, Ernesto Zedillo, que propone “que se dé prioridad a quienes están dedicados a actividades ilegales que no sean violentas y que lo hicieron por pobreza, marginación o falta de oportunidades”.

Regulación mundial de las drogas

El informe 2018 emite recomendaciones sobre el proceso de regulación de las mismas a nivel internacional:

• Las drogas prohibidas deben ser reguladas a través de un proceso cauteloso, gradual e informado en evidencia, guiado por los principios de protección y promoción de los derechos humanos, salud pública, paz y seguridad.
• Quienes buscan evidencia sobre la regulación legal de las drogas deben abrir procesos participativos para determinar las reformas sobre la regulación legal responsable.
• Los estados deberían considerar experimentar con la regulación incremental de drogas de menor potencia. Cada país debe identificar las vías de regulación que se adapten a su contexto.
• Los intereses de las personas dedicadas a actividades ilegales no violentas debido a su pobreza o marginación deben ser priorizadas ante la regulación, comercio y distribución de drogas.
• Los estados deben desplegar mecanismos contra el lavado de dinero, corrupción y delincuencia transnacional; no debe exagerarse el posible desplazamiento del crimen organizado a otras formas de criminalidad.
• Los estados miembros, la sociedad civil y la comunidad científica deberían iniciar diálogos formales e informales en foros multilaterales clave para trazar un camino hacia las reformas a los derechos humanos”.

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