Hoja verde
CA: fábrica de desempleados
Cientos o quizás miles de centroamericanos no podrán traspasar la frontera de Estados Unidos, para ver cumplido su anhelo del llamado “sueño americano”. Se quedarán en México, para pedir ayuda no solo al gobierno sino a la población civil.
Honduras, Nicaragua, El Salvador, son los países de donde proceden los migrantes centroamericanos: hombres y mujeres, de todas edades, niños y hasta ancianos, integran la caravana que intentará arribar a Estados Unidos para trabajar “en lo que sea”.
En los tres países mencionados existen gobiernos civiles, mismos que reciben ayuda económica de Estados Unidos, pero el dinero se lo roban los gobernantes, y no se aplica en fuentes de trabajo ni se invierte en proyectos productivos. Son iguales o más corruptos que los políticos mexicanos.
En Nicaragua, donde gobierna el dictador y ex guerrillero Daniel Ortega Saavedra junto con su sanguinaria esposa Rosario Murillo, la policía y su ejército reprimen sangrientamente al pueblo.
Ese matrimonio de sátrapas, llevan más de medio millar de personas que sus fuerzas armadas han asesinado, en su mayoría jóvenes, y el gobierno mexicano no dice nada; guardan un silencio que apesta a complicidad.
Ante el miedo que provoca la caravana de miles de desempleados que intentará llegar a Estados Unidos, el presidente Donald Trump, además de reprocharle al gobierno mexicano que no haya hecho nada para detener a los centroamericanos, dijo que dentro del contingente hay infiltrados delincuentes conocidos como Maras (Salva truchas) y personas de Medio Oriente; es decir, terroristas, fundamentalistas de la peor calaña. Trump, ya sufre de histeria.
Ante la presencia de la caravana de miles de migrantes, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó a las autoridades migratorias darles todas las facilidades a los centroamericanos, en su mayoría pobres y sin empleo.
En esa sintonía se colocó el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien anunció que México no solo daría alojo a los miles de centroamericanos sino que también empleo y facilidades para que vivan aquí.
Tanta filantropía de AMLO, no solo asombra sino que a través de las redes sociales recomiendan al nuevo presidente que mejor se prepara para abatir el desempleo en México.
En México, hay más de diez millones de desempleados; otros miles de subempleados y eso sí: Muchos NiNis (ni estudian ni trabajan); miles de NiNis se dedican a la vagancia; se van a la delincuencia organizada y desorganizada como halcones o sicarios, sin importarles perder la vida.
Como se ve, Centroamérica, los gobiernos de los tres países mencionados, son altamente productores de miles de desempleados que ahora en caravana marchan rumbo a los Estados Unidos, donde creen que ganarán la dolariza y saldrán de la pobreza como por arte de magia. Mentira todo eso.
No sabemos quién engañó a los miles de pobres e infelices que anhelan el “sueño americano”. Si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump ordena cerrar sus fronteras en represalia porque el gobierno mexicano no detuvo la caravana de miles de migrantes, en un verdadero problema estará metido el futuro presidente AMLO.
Sin ser catastrofistas, esos miles de migrantes se dispersarán por toda la geografía mexicana, se asentarán en predios baldíos y se dedicarán a pedir limosnas; otros a trabajar “en lo que sea”.
Si eso llegase a ocurrir, el gobierno mexicano que encabezará AMLO tendrá que investigar a todos y cada uno de los miles de migrantes, para corroborar si dentro de la caravana se encuentran delincuentes y terroristas.
Todos esos malvivientes deberán ser expulsados y deportados a sus países de origen. Con tantos delincuentes mexicanos, basta y sobra.
El gobierno mexicano apenas puede combatir a los grupos delincuenciales, pero que vengan de otros países otros muchos más, sería el acabose… Punto. [email protected]