Hubo una detención relacionada con los 43 de Ayotzinapa: Sheinbaum
ACAPULCO, Gro., 15 de abril de 2019.- Con 42 años de edad y en perfecto estado de salud, Brenda María a las 36 semanas de gestación fue diagnosticada con acretismo placentario, considerado como la primera causa de hemorragia obstétrica y que puede ocasionar la muerte de la gestante y del bebé, explicó la eelegación Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De acuerdo con un boletín, la placenta acreta es considerada una urgencia obstétrica debido a su alta mortalidad materno-fetal, ya que es causa de hemorragia masiva durante la atención del parto y posterior, así como lesiones a vejiga e intestinos, siendo una de las causas principales que la originan la cesárea previa.
El jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de Hospital General Regional 1 Vicente Guerrero, José Miguel Campechano López explicó que el acretismo placentario “está repuntando a la par” con la preclamsia, eclamsia (lo que es hipertensivo), y con la hemorragia obstétrica.
En un parto normal, explicó el médico especialista, una paciente pierde 500 a 600 mililitros de sangre, mientras que en una cesárea se sangra entre 800 a mil mililitros y cuando ocurre un acretismo placentario, la paciente pierde hasta dos mil mililitros de sangre.
“Cuando hay placentas acretas o placentas anómalas que es una penetración o una inserción como raíces que echa la placenta y que llegan a traspasar el útero y a veces llegan al intestino, vejiga o más arriba no se despega la placenta y los sangrados son incoercibles, son sangrados que no se quitan con nada”.
Explicó que la atención de la paciente Brenda María es un caso de éxito, ya que fue diagnosticada oportunamente a una edad temprana del embrazo, y “se corroboró con resonancia magnética” , activando de inmediato la participación del Equipo de Respuesta Inmediata (ERI).
En tanto el médico gineco-obstetra, Jaime Quiroz Cisneros reiteró la importancia de privilegiar el parto natural sobre la cesárea, a menos que se trate de una urgencia y sea necesario utilizar este tipo de procesamiento para salvaguardar la integridad médica de la madre y el producto.
Del caso de la derechohabiente del IMSS detalló que fue necesario aplicarle una técnica con tres procedimientos: histerectomía obstétrica, una cesárea fúndica y una ligadura hipogástrica, debido a que su placenta se había pegado anormalmente al lado izquierdo del útero.
Agregó que el acretismo placentario se refiere a una inserción anómala de la placenta, cuya gravedad varía. Esto dependerá de que la placenta penetre a una parte del útero, o en su totalidad, invadiendo toda la pared del útero, atravesándolo.
Por su parte, la paciente reconoció el buen trato que le otorgó el equipo multidisciplinario de especialistas del HGR N° 1 Vicente Guerrero, y reiteró la importancia de pensar como opción única al parto normal, a menos que se trata de una situación necesaria.
Actualmente la paciente goza de un perfecto estado de salud y se mantiene activa en el cuidado de sus hijos menores de edad, Dominic de 7 años de edad así como Ethan, nacido el 19 de marzo.