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ANTON LIZARDO, Ver., 20 de abril de 2019.- Conocer, entre otras cosas, el comportamiento de fauna como la vaquita marina o ubicar bancos de peces, es parte de los resultados que ha logrado la Secretaría de Marina a través de su Laboratorio de Acústica Subacuática, único en Latinoamérica.
Ubicado en las instalaciones del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Armada de México (Inidetam), en Antón Lizardo, Veracruz, los especialistas desarrollan sistemas de vigilancia en este laboratorio para conocer las características del mar, otro tipo de especies y tener un mejor conocimiento de la riqueza de los litorales mexicanos.
El Capitán de navío Jorge Eduardo Meré Gutiérrez, director de Vinculación y Control de Proyectos del Instituto de Investigación y Desarrollo asegura que proyectos como este laboratorio le permite a la secretaría de Marina ser punta en la investigación y con esto impulsar el desarrollo nacional.
“Estamos con el primer proyecto que se lleva a cabo a través del fondo de la Semar y Conacyt. Es un parteaguas ya que es la primera vez que se lleva a cabo la línea de investigación subacuática en nuestro país, toda esta infraestructura fue creada a través del proyecto y su principal logro es contar con el laboratorio acústico más grande e importante en toda Latinoamérica”, dijo Meré Gutiérrez.
Este espacio de agua recrea un ambiente sin ruido para poder efectuar las pruebas de los diferentes sensores que se generan y así obtener un mejor conocimiento del océano y de todas las cuestiones acuáticas.
“Aquí se genera el equipo que vamos a poner posteriormente en el mar, ya sea la ecosonda, el sonar, el batitermógrafo. Nos permite conocer la condición ideal para a partir de aquí llevar a cabo la medición, si está funcionando o no, nuestro equipo”.
“La principal utilidad es como se mueve el sonido a través del agua, lo más importante es, por ejemplo para proteger nosotros el ecosistema, la lucha que hacemos diario para preservar la vaquita de mar en el alto Golfo de California, pues es necesario generar sensores que no dañen el ecosistema, que estén dentro de los parámetros que no sean nocivos”, agregó.
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