Hoja verde
Ser incumplido tiene sus premios.
Si alguien no paga impuestos ni derechos en Ciudad de México, el gobierno de Claudia Sheinbaum le condona cinco años derechos, multas y recargos.
Y si al llamado de Andrés Manuel López Obrador a la resistencia civil dejó de pagar luz de 1994 a la fecha en Tabasco, hoy puede disfrutar del perdón y cuenta nueva.
Eso y el precio más bajo del mercado.
El monto perdido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) varía según las fuentes: en tiempos de Alfredo Elías Ayub rondaba los 30 mil millones de pesos.
Con López Obrador en el Palacio Nacional el pago por respaldar su lucha hace bajar la deuda a una cifra muy inferior, digamos once mil millones de pesos.
Ayer el gobernador Adán Augusto López anunció ese premio a los incumplidos con doble beneficio por el honor de estar con López Obrador:
“Se le pone punto final al adeudo de más de 11 mil millones de pesos, que durante décadas los tabasqueño hemos sostenido con la CFE, y lo más importante, se le otorga a Tabasco la tarifa más baja en el sistema eléctrico nacional”.
¿Qué dirán quienes pagan impuestos y cumplen sus obligaciones?
LA DESAPARICION DEL PRI VÍA MULTAS
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) va hacia su destino.
Su final, debería decirse.
Le paso información interna del Instituto Nacional Electoral (INE) sobre los posibles escenarios del otrora partido único -y luego “casi único”, dijo Carlos Salinas- de México.
Declaró una militancia infinita.
Poco importan las cifras precisas.
Digamos: aseguró tener 6.5 millones de militantes efectivos, número no probado ante el organismo de Lorenzo Córdova, y le encontraron muchas anomalías a su listado.
Era la base sobre la cual el INE organizaría -por 240 millones no tenidos- las elecciones internas del PRI para un nuevo presidente nacional, sustituto de la guerrerense Claudia Ruiz Massieu.
Pero como Córdova y demás consejeros son amigos, advirtieron a la cúpula priísta sobre una mega multa en puerta por violar las disposiciones legales.
Aquí le va:
Si en aquel momento iban 80 mil militantes falsos -o no ratificados, elemento sin mengua- se les cobrarían 45 mil pesos por cada uno de ellos.
O sea, 360 millones de pesos.
Y como los chanchullos serían millones, pues haga usted su suma.
-El Pemexgate de mil millones de pesos nos quedaría corto -me dijo un ex presidente del PRI, por cierto muy crítico de Claudia Ruiz Massieu.
SERÍA PEOR A OTRO PEMEXGATE
El diálogo con el ex dirigente y otros priístas de cepa va hacia otra parte.
La elección, dicen, no es sostenible por una sencilla razón: nadie desde los tiempos de Luis Donaldo Colosio ha sido capaz de cumplir aquella máxima de “hay que ver cuántos somos y dónde estamos”.
Y si ahora se va a una elección, el PRI de Claudia Ruiz Massieu tendría que demostrar la militancia efectiva con un padrón elaborado hace mucho tiempo.
Irreal, pues Colosio lo dejó en 11 millones de inscritos con Roberto Madrtazo como secretario de Organización.
Y el INE no avalaría esa militancia.
Con los datos en la mano de los votantes, el INE haría lo que hoy se trata de evitar: en la alquimia aparecerían millones y millones de priístas sin registro y por ende sin derecho.
Y la multa, multiplicada por 45 mil pesos individualmente, llevaría a lo dicho por el ex presidente del PRI referido:
-El Pemexgate nos quedaría corto… la muerte, pues.