La superioridad moral
Quiere que Astudillo fracase
Desde el momento cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que en Guerrero sería nominado como delegado único el entonces diputado plurinominal, Pablo Amílcar Sandoval, lo que hizo el falso Mesías fue acrecentar más la desmedida ambición del ahora llamado “Virreyito”, quien ha hecho circo maroma y teatro para que el gobernador Héctor Astudillo Flores, fracase en su encomienda.
Su “Majestad” Pablo Amílcar, a principios del presente año, organizó una rechifla y abucheos para el mandatario estatal Astudillo Flores, en Tlapa de Comonfort, cuando AMLO visitó la cabecera municipal. Minutos después de los abucheos –protagonizada solo con gente de Morena, acarreados-, el gobernador encaró al presidente AMLO, y éste le ofreció disculpas, ante la presencia del delegado federal único, quien no sabía dónde esconder la cara por la vergüenza al verse descubierto. Afirman que el abucheo también fue organizado por el “Toro sin Tuercas”, Félix Salgado Macedonio.
La perversa intención del “Virreyito” -Pablo Amílcar- es que el gobierno encabezado por Astudillo Flores, fracase en todos los sentidos, y él se encarga de ponerle piedras en el camino al mandatario estatal, a quien ataca por varios frentes (en las redes sociales), para lo cual utiliza a testaferros que se escudan en el anonimato como cobardes. Tiene hasta su “cuarto de guerra” para ese perverso fin.
Pablo Amílcar, es la persona más interesada para que el gobernador falle en su accionar en Guerrero; en el año 2015, Sandoval Ballesteros participó como candidato a gobernador impulsado por Morena, donde fracasó y sólo logró unos 30 mil votos de los fanáticos de ese partido. Astudillo Flores, ganó de manera contundente al PRD y su coalición, y se convirtió en gobernador por voluntad ciudadana.
En el arranque de la actual 62 Legislatura, Pablo Amílcar se convirtió en Coordinador de la fracción mayoritaria de Morena, cargo al que renunció cuando el presidente AMLO lo nombró delegado único en el estado y le dio mucho poder. Desde ese puesto, el oriundo de la CDMX (chilango), le hace mucho daño a Guerrero.
Al dejar el cargo de diputado, Pablo Amílcar nunca ha dejado de controlar a la mayoría de Morena en el Congreso, sino también el manejo de la administración del Poder Legislativo. Para ello, nombró como su títere al ahora presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) Antonio Helguera Jiménez.
Hace más de medio año, por órdenes del nefasto delegado único, Pablo Amílcar, el Poder Ejecutivo estatal iba a quedarse sin presupuesto; los diputados locales de Morena junto con un perredista (Carlos Álvarez) no sólo operaron el manejo del dictamen de presupuesto sino que intentaron congelar varias partidas presupuestales.
Tuvo que intervenir la propia Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, para que la fracción de Morena aprobara el dictamen de presupuesto del gobierno de Guerrero. Zoé Robledo, ex Subsecretario de Gobernación le ordenó –mediante una regañiza- a Pablo Amílcar y a Antonio Helguera para que se aprobara el dictamen de presupuesto del gobierno estatal. Todo el teatro se les cayó a los diputados de Morena y a su jefe el “Virreyito”.
Pero eso no es todo: Ahora con el tema del fertilizante gratuito para todos los campesinos, Su Majestad Pablo Amílcar, ha hecho todos sus esfuerzos –zancadillas, golpes bajos y todo tipo de tenebras-, para que el abono no llegue en tiempo y forma a los campesinos de Guerrero.
De manera premeditada y perversa, Pablo Amílcar, motivó que la entrega del fertilizante se retrasara para movilizar radicalmente a los campesinos contra el gobernador Astudillo Flores, quien de manera ágil y oportuna se entrevistó con funcionarios federales para que el insumo se entregue desde el pasado fin de semana.
A la sierra de Guerrero fueron enviados 14 camiones cargados con fertilizante para ser entregados a los campesinos; los vehículos son custodiados por la policía estatal, ratificó el gobernador Astudillo Flores.
Sin embargo, el Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, quien en todos los conflictos mete su cuchara, de manera irresponsable dice que “puede resurgir la guerrilla, si no se atiende a los campesinos”.
El asotanado, quien tiene fama de ser alcahuete de pederastas en Oaxaca, en vez de coadyuvar para la gobernanza en Guerrero, apaga el fuego con gasolina. La iglesia católica que Rangel Mendoza representa, nunca ha dicho con cuánto ($) apoya a los sectores vulnerables que tanto dice defender.
No obstante de todos los intentos que hace el delegado federal único en Guerrero –Pablo Amílcar-, para que el gobierno encabezado por Astudillo Flores fracase, en los hechos, el mandatario estatal ha logrado que el presidente AMLO lo respalde; la relación entre el presidente AMLO con el gobernador Astudillo, es buena e institucional.
Héctor, es un político profesional, con extensa carrera política; ha sido dos veces alcalde de Chilpancingo; dos veces diputado local y Coordinador del Congreso; Senador de la República, más otros cargos.
Pablo Amílcar, NUNCA ha ganado una elección en urnas; NUNCA ha sido ni comisario de rancho. AMLO, lo hizo delegado federal único porque es hermano de Eréndira Sandoval (funcionaria federal), quien a su vez es esposa de un influyente gringo que le habla al oído al presidente AMLO.
La diferencia entre el gobernador Astudillo Flores y Pablo Amílcar, es abismal. No existe punto de comparación. Héctor encabeza un gobierno exitoso; eso, le provoca envidia al funcionario federal nominado por dedazo. Ni la duda cabe… Punto.