Propuestas y soluciones
El negocio de las pipas en la 4T
Al filo de la corrupción por el agua. El recurso no renovable se ha convertido en una divisa de mucha valía en este puerto de pobladores sedientos que por agua son capaces de entregar su voto a cualquiera que les coloque una pipa, les llene un tinaco, a la puerta de su casa.
Y esto lo saben muy bien los que “gobiernan” con cara “nueva”, cuerpo y prácticas políticas de antaño, del pasado inmediato que se destiñe en tricolor, y que izan banderas de la Cuarta Transformación haciendo prácticas políticas inmorales desde sus pequeños cotos de poder.
Para aprobar el presupuesto de este año, los regidores del PRI negociaron 10 millones de pesos para gestoría, los de Morena 8 y de allí para abajo. Incluso, la negociación propició fracturas en la bancada de Morena en el Ayuntamiento de Acapulco.
Lo que sí es claro, es que los regidores del PRI, los consentidos, son más adelistas que los de Morena y los de Morena, fracturados, algunos son más priístas que los del tricolor.
No es un trabalenguas, es una complicada conceptualización para ubicar ideológicamente a estos especímenes que salieron de una suerte de lotería en el proceso electoral en que todo Acapulco votó por el partido de AMLO.
Y es que los miembros de la representación de Morena en la comuna porteña, donde la esperanza de cambio que llevó al pueblo a votar por ellos, es hecha añicos por sus representados. Sólo ven por sus intereses personales y su futuro político, que tiene como máxima seguir succionando los recursos públicos. Veamos.
La administración y distribución del agua es sólo uno de los casos. En la negociación los regidores obtuvieron entre otras prebendas económicas el poder de administrar una pipa de agua para llevarla, regalarla, ¿o venderla?, entre los habitantes de sus respectivos distritos donde tienen aspiraciones. Veamos.
Una pipa de agua que le cuesta a la comuna mil 350 pesos diarios; además que el ayuntamiento les da 400 litros de diésel y 120 litros de gasolina al mes para transportar y llevar el líquido hasta los tinacos de los electores.
El municipio les proporciona de lunes a viernes, a cada regidor, 5 pipas de agua al día con capacidad de 10 mil Litros diarios; en suma, 1 millón y medio de litros al mes.
El pipero, en este caso el regidor, o allegados a la Presidencia, pagan el chofer y el auxiliar. En la pipa, aunque aparentemente es gratuita para los ciudadanos, en muchos casos se acostumbra la propina. A veces los piperos, coludidos con los de las garzas, cobran hasta 300 pesos a los usuarios.
Para documentar al lector, se conoce como garcero, a quien extrae el agua del pozo con un tubo que tiene figura de una garza. Hay garzas en Bomberos, El Coloso, la Zapata y en la zona Poniente, en este último lugar se compra el agua a un propietario de pozos paras cubrir la sed de colonias como Ejido, las Jardines, etc.
El ayuntamiento renta 28 pipas a empresarios. Los piperos tradicionales en el negocio del agua ahora semidesplazados por los regidores son: José Juan Bernal, Martín Hernández, Félix Ramos y un doctor de apellido Nava, entre otros.
Muchos de los tanques de las pipas que renta el Ayuntamiento no van a toda su capacidad porque estos están en mal estado. Una pipa de 10 mil litros es comercializada en el mercado del agua a 700 pesos. Un buen negocio vender y regalar agua.
Desde el mes de abril a la fecha, el Ayuntamiento le debe a ocho empresarios del agua, por el servicio de 28 pipas, alrededor de 3 millones de pesos.
Aceptan los mismos piperos que la calidad de agua de CAPAMA no es 100 por ciento potable, mucho menos la que se extrae de los pozos de la zona poniente. Y para acabarla de joder, afirman ciudadanos que solicitan agua y que fueron consultados por este columnista, que el responsable del programa de pipas en el ayuntamiento, lo menos que dicen de él, es que es déspota.
Aguas con el agua, que se ha convertido en el mejor negocio para los empresarios y para los políticos, incluidos los de la Cuarta Transformación.