Hoja verde
Simplemente no es viable.
Desde distintos análisis, medidos los obstáculos, sería una empresa muy temeraria construir el llamado Tren Maya desde la Península de Yucatán hasta Chiapas.
Lo saben en el gobierno.
De hecho, los datos citados a continuación proceden de funcionarios a quienes se ha encomendado elaborar un proyecto hasta hoy comprometido pero no bien diseñado.
Comencemos.
Desde la campaña, el anuncio causó estupor en la sociedad mexicana porque los expertos lo consideraron una apuesta sin posibilidades de éxito económico y práctico.
Contra esos dichos, la nueva administración retó a los expertos.
El 16 de diciembre, en Palenque, Chiapas, hubo una ceremonia presidencial donde con rituales de sahumerio y propios de la 4T se pidió permiso a la Madre Tierra para ese anuncio ferroviario.
Ahí el presidente anunció 6 mil millones de pesos asignados en el presupuesto de egresos para iniciar una obra de costo oscilante, de 120 a 150 mil millones de pesos según la fuente.
-Por cada kilómetro que inviertan recibirán una subvención del gobierno federal -decía la propaganda.
Se requerirá inversión privada, adelantó, y hace semanas los medios se hicieron eco de la propaganda oficial: Carlos Slim se sube al Tren Maya, titularon en su noticia.
Pero…
CONSULTA PARA JUSTIFICAR
El pulso social no es favorable.
Los mismos gobernadores mayas, quienes el 16 de diciembre dieron su aval y aplaudían como fueron instruidos, hoy son los principales opositores de esos 150 kilómetros de vías, estaciones, cables y terrenos confinados hasta para la naturaleza.
Han promovido procesos legales en contra en doble vía:
Para avalar la expropiación de terrenos en gran parte del trayecto porque, han aclarado, sus pueblos sólo autorizaron hace años el tendido de redes eléctricas.
Y si se pretende ampliar el derecho de vía para colocar rieles y aislar propiedades comunales –también los particulares están en contra- deberán negociarse los términos.
Dinero y beneficios.
Pago y participación de ganancias, se diría en términos llanos.
No bastaría el presupuesto federal para indemnizarlos ni los ingresos –sería ilusorio hablar de ganancias a repartir- del futuro ferrocarril para satisfacer sus demandas.
Además, tampoco hay recursos para cubrir la obra, aunque el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, tenga voluntad y disposición ante la orden presidencial.
Así se decidió la consulta, así se planea cancelar una obra estrella del sexenio.
LA CONSEJERA DE MORENA
1.- Hoy podría consumarse la anexión de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) al Poder Ejecutivo.
Si rinde protesta como presidenta la consejera de Morena, cuya condición le impide ser titular de un órgano autónomo, María del Rosario Piedra Ibarra, todo estará consumado.
Pero la oposición todavía apuesta a una rectificación… imposible ante el sometimiento del Senado de la República a la instrucción de ya saben quién.
La otra opción sería que Piedra Ibarra, en un acto de honestidad, renunciara a la posición que le fue otorgada por quien mereció el primer elogio tras su designación: Andrés Manuel López Obrador.
Por esa dependencia política, amistosa e ideológica no lo creo.
Y 2.- el gobierno ya inició la campaña para posicionar a Santa Lucía como opción.
Reestructuración del espacio aéreo mexicano, le llaman, según dijeron a representantes de organismos internacionales como la IATA, la OACI, la ALTA y otras más.
La reunión de información estuvo encabezada por el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, y el titular de Servicios de la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), Víctor Hernández.