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TECOANAPA, Gro., 6 de diciembre de 2019.- Quince oficiales y un teniente de la Guardia Nacional cumplieron 29 horas retenidos por familiares de cuatro civiles armados de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) que fueron detenidos el pasado 11 de noviembre en una operación de seguridad en el poblado Xaltianguis de Acapulco.
A las 2 de la tarde del jueves, los 16 efectivos de la nueva corporación federal, con base en Cruz Grande, habían acudido a bordo de dos patrullas a una gasolinera a cargar combustible en el entronque de Tierra Colorada donde harían un dispositivo.
Sin embargo, una camioneta se atravesó en la carretera, impidiéndoles la circulación, y posteriormente llegó una decena de mujeres, quienes les exigieron descender de las patrullas y fue entonces que los retuvieron.
Afuera de la denominada Casa de los 43, están las dos patrullas de los efectivos, una de la Guardia Nacional y otra de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); a escasos cinco metros, afuera de una vivienda verde, están los uniformados, quienes portan sus armas, y dijeron que han recibido alimentación y bebida, y que han estado en comunicación con sus jefes y familiares.
Mencionaron que se han dormido en las patrullas o en unos espacios que les han brindado ahí cerca, pero no cuentan con más uniformes, ni con artículos de limpieza, aunque los integrantes de la UPOEG ya les compraron cepillos de dientes.
Algunos familiares de los detenidos permanecen sentados cerca de la Casa de los 43 y otros más adentro. Sobre la carretera, algunos hombres apoyan en la circulación de los vehículos, debido a que las patrullas obstruyen un carril, provocando tránsito lento.
A las 4:30 de la tarde, sirvieron tres ollas de comida a los efectivos y a quienes estaban en el lugar, una con arroz blanco, otra con frijoles y una más con huevo con chile, acompañadas con tortillas y refrescos.
Los agentes en todo momento se mostraron tranquilos e incluso hacían bromas, en espera de que situación se resuelva.
Frente a las patrullas, están atravesadas diversas camionetas que impiden que éstas puedan circular o ser retiradas de la Casa de los 43.
En entrevista, Vicenta Dorantes Ramos, madre de Alejandro Casemiro Ramiro Dorantes de 28 años, uno de los civiles armados de la UPOEG detenidos en Xaltianguis, indicó que su hijo ya está por cumplir un mes detenido en el penal de Chilpancingo y hasta el momento no hay avances en el caso, por lo cual, dijo, tuvieron que retener a los efectivos para hacer un canje por sus familiares, pues su petición es que sean liberados en la Casa de los 43.
“Queremos la liberación de los detenidos porque ellos no son unos delincuentes. Vamos a retenerlos (a los efectivos de la Guardia Nacional) hasta que nos liberen a los detenidos y hacer el intercambio por ellos, pero queremos que por su seguridad nos los entreguen en la Casa de los 43 en Tecoanapa”, expresó.
Vicenta Dorantes dijo que hasta el momento ninguna autoridad se ha prestado al diálogo para la liberación de las personas, incluso afirmó que este día tenían una cita con ellos y horas antes les hablaron para cancelarla.
También reclamó que el abogado que consiguieron coordinadores de la UPOEG, y que supuestamente les cobró 130 mil pesos por su servicio, que los mismos coordinadores pagaron, sólo los estafó quitándoles su dinero, pues según sus familiares presos, éste no ha acudido a visitarlos ni ha acelerado sus casos para que ya tengan sus audiencias ante el juez.
“No hay ningún avance por parte del licenciado, que los licenciados yo creo que no estudian para ver lo de las leyes, sino para pedir dinero, porque quien pidió el dinero jamás se ha ido a parar, no hay avances ni hay audiencias”, señaló.
-¿Ustedes consiguieron al abogado?, ¿cuánto pagaron?
-“No, lo consiguieron de la UPOEG y ellos mismos lo pagaron, fueron 130 mil pesos para llevar el caso de los 10 detenidos”.
Reconoció que no cuentan con ningún respaldo por parte del dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio ni por parte del comandante Ernesto Gallardo, pese a que este último les prometió apoyo, sin embargo hasta el momento no ha acudido a verlos.
“Nos duele lo que está pasando con los detenidos, ya que los hijos duelen, pero aquí vamos a seguir en pie de lucha, lo que pedimos al gobierno es que liberen a los familiares y sea aquí en Tecoanapa por su seguridad”, reiteró.
Por su parte, María, esposa de Cirilo Gallardo Ramírez de 46 años, otro de los detenidos, comentó que tienen la esperanza que el gobierno libere a los integrantes de la UPOEG, ya que no son ni asesinos ni delincuentes, sino campesinos que también han colaborado en algunos municipios de la Costa Chica para que haya seguridad.
Afirmó que seguirán con sus acciones los días que sean necesarios para que los liberen, y que en caso contrario, los efectivos de la Guardia Nacional deberán “aguantar” el mismo tiempo que sus familiares presos.