
Radiografía del papa Francisco confirma mejoría
ACAPULCO, Gro., 27 de marzo de 2020.- El Papa Francisco dio este viernes su bendición extraordinaria al mundo entero de manera virtual, debido a la pandemia del coronavirus que azota al planeta y que ya contagió a más de medio millón de personas.
De acuerdo con el diario La República, este rito en el que da la bendición Urbi et Orbi, es inédito e histórico, pues es la primera vez que se hace en solitario y llega a millones de personas en el mundo vía streaming, y con ella se busca que los más de mil 300 millones de católicos obtengan el perdón de sus pecados, en un momento tan difícil con medidas de confinamiento que afectan a más de 3 mil millones de personas.
El Papa Francisco pronunció que “desde hace unas semanas parece que todo se ha oscurecido”, e hizo referencia a las plazas vacías y silenciosas por todo el mundo.
“Nos sorprendió una tormenta inesperada”, agregó, como a los discípulos del pasaje bíblico. “En esta barca estamos todos, como esos discípulos que hablan con una única voz, y con angustia dicen ‘estamos perdidos'”.
El Sumo Pontífice dijo que “nos damos cuenta de que no podemos estar solos, sino que debemos afrontar las circunstancias actuales todos juntos”. Se remontó a la lectura: “los discípulos le preguntaron a Jesús como si este se desinteresara de ellos. “¿No te importa que estemos perdidos?”, le preguntaron. Esa frase “lastima y desata tormentas en el corazón”, incluso en el de Jesús, que luego salva a sus discípulos.
En su reflexión el papa Francisco señaló que “la tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas”.
“Hemos continuado imperturbables pensando en mantenernos siempre sanos en un mundo enfermo”, continuó en su oración. “Es tiempo de separar lo necesario de lo que no lo es y de restablecer el rumbo de la vida hacia Dios”, indicó Francisco.
El máximo jerarca católico llamó a la esperanza que sostenga todos los caminos posibles “que nos ayuden a cuidarnos y a cuidar”.
“Señor, bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuela los corazones”, dijo en su bendición al mundo. “No nos abandones a merced de la tormenta. Repites de nuevo: No tengáis miedo, y nosotros junto con Pedro, descargamos en ti todo nuestro agobio, porque sabemos que tú nos cuidas”.