Sin mucho ruido
Todos salieron contentos.
Lo consideran un día redondo.
Los funcionarios federales, los 25 gobernadores participantes en el diálogo y los representantes de otros siete estados.
Quizá tengan razón.
Se han encaminado las cosas y demos algunos elementos.
El primero de ello acaso sea la revitalización, por fin, del Consejo General de Salubridad (CSG) para dictar nuevos lineamientos.
Dicho de otra forma, es pérdida de poder del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
Ayer él todavía reivindicó sus acciones y mencionó reconocimientos internacionales a México.
Lo dijo en una larga intervención interrumpida para el aplauso diario dedicado a las víctimas de coronavirus pero abandonados a su suerte sin visitas gubernamentales y a menudo sin los insumos necesarios.
Con todos sus autoelogios, López-Gatell no supo decir para cuánto tiempo debemos prepararnos con esta horrible pandemia.
“Dos, tres años”, dijo.
Pero luego acotó:
-Es difícil establecer.
EL REPARTO FISCAL
Otro paso fue la distención.
Hubo acuerdo para celebrar la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), con Juan Manuel Carreras como anfitrión, el 19 en San Luis Potosí.
La asistencia presidencial garantiza la discusión -otra vez por fin- de temas fundamentales para la población mexicana.
No se hablará de la rifa del avión a no rifar, porque entonces dejaría de rendir frutos político-electorales, ni cosas parecidas, pues el temario será rígido.
Se ceñirá a tres:
-Establecimiento de una mesa de negociación con miras a llegar a un acuerdo hacendario para federalizar de mejor manera los ingresos fiscales.
No hay planteamientos definitivos, pero los especialistas condicionan el equilibrio federal a un reparto así: 50 por ciento para la federación, 25 para los estados y el 25 restante para los municipios.
-La reactivación económica, un asunto al cual el gobierno federal ha dedicado prácticamente nada en términos reales.
-Y el aspecto educativo, justo en víspera del nuevo ciclo escolar.
Eso y nada más.
ENFERMOS EN CASA
1.- El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, ha puesto un tema grave sobre la mesa nacional:
-La gente prefiere quedarse en casa cuando padece coronavirus para ser atendidos por médicos particulares. No tiene confianza en los hospitales.
Es una realidad.
Astudillo lo sabe porque hace lo ignorado por las autoridades federales: acude a los hospitales, habla con pacientes -por algo ya se contagió- y consuela a los familiares.
Ese hecho se da inclusive en la Ciudad de México porque se ha difundido la especie de insuficiencia de camas, médicos, respiradores y medicinas.
Por eso las cifras de contagiados y muertos de Hugo López-Gatell están subestimadas y nadie las cree.
Pero él feliz de continuar con su discurso sinuoso, sus cálculos rebasados -prometió cinco/seis mil fallecimientos y ya superamos los 50 mil- y sus justificaciones inaceptables.
Y 2.- Ejército y Marina cuadricularán la Plaza de la Constitución para dar gusto al presidente y permitir primero el Grito de Independencia y luego el Desfile del 16 de septiembre.
Zoé Robledo determinará qué deben hacer los estados.