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CHILPANCINGO, Gro., 18 de enero de 2021.- En Chilapa, desde 2016 no se venden periódicos y la prensa escrita local prácticamente ha desaparecido. Entre los años 90 y hasta 2015 circulaban en ese municipio, La Voz de Chilapa, Visión Urbana, El Imparcial, El Despertar de La Montaña, semanario Trinchera, Debate y Jaguar Guerrero, pero desde hace cinco años estos medios impresos dejaron de circular por presión de la delincuencia y la clase política local.
Incluso, periódicos de circulación estatal como El Sur, La Jornada Guerrero, Pueblo, Vértice, Diario de Guerrero, así como otros de cobertura nacional como La Jornada, El Universal y Proceso fueron vetados en Chilapa. Ahora en ese municipio no existen puestos de venta de periódicos.
Entre 2012 y 2014, un grupo de voceadores que se trasladaba de Chilpancingo a Chilapa dejó de vender periódicos en ese municipio por amenazas, al parecer por órdenes del entonces presidente municipal priísta, Francisco Javier García González.
A raíz de esta situación, al menos tres periodistas que reporteaban en Chilapa abandonaron el municipio emigrando a otras ciudades del estado.
La radio educativa comunitaria Uan Milauak Tlajtoli (La Palabra Verdadera), que operaba en las instalaciones de la Preparatoria número 26 Albert Einstein de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro), también dejó de operar a finales de 2014.
La emisora se ubicaba en un acceso de salida al crucero de la comunidad El Paraíso, al sur de Chilapa, un paso con dirección a la comunidad de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango, donde vigila gente no identificada.
El ataque contra la prensa en Chilapa también vino por parte de la Iglesia católica, específicamente del extinto sacerdote Javier Casarrubias, quien estuvo al frente de la Catedral por más de 25 años.
Javier Casarrubias, siempre cercano a la clase política local de Chilapa, encabezó en 2014 una marcha para pedir paz en el municipio, pero en sus homilías criticaba que “la prensa publicaba cosas feas de Chilapa”.
Después de su marcha por la paz en 2014, la Iglesia católica de Chilapa se ha limitado en oficiar misas dedicadas a la clase política, específicamente a los alcaldes en turno.
La falta de prensa en Chilapa impacta también a municipios circunvecinos como Zitlala, Ahuacuotzingo, José Joaquín de Herrera, Atlixtac, Acatepec, Zapotitlán Tablas, Mochitlán y Quechultenango, donde en ocasiones, acceder a esas zonas se vuelve complicado ante la presencia de hombres armados.