El presupuesto es un laberinto
Trivialidades de dulce, de chile y de manteca
¿Vamos saliendo?
En general, el 2020 fue un mal año para la mayoría de nosotros.
Los más afectados, pues quienes perdieron un ser querido y mientras más cercano, peor. Hubo quienes perdimos la fuente de ingresos y nos resultó difícil pagar las cuentas; otros no tanto, pero incluso hubo quienes no las pagamos. Así, mi apaleado lector, o no tan apaleado, tal situación se vivió en casi todos los ámbitos o actividades de la sociedad, a partir de marzo del fatídico 2020.
A lo anterior le sumamos el temor al contagio, que en algunos ha rallado en la paranoia, aunque hay otros que ni siquiera creen que la enfermedad exista.
El encierro ha sido riguroso para algunos y no tanto o nulo para otros y hasta propició que terminaran viejas o no tan viejas relaciones de todo tipo: amorosas, comerciales, legales, etcétera; aunque también propició el acercamiento entre personas, familiares y hasta empresas e instituciones que visualizaron las uniones como una forma viable de superar la crisis, o de sacar provecho de ésta
En resumen, los hechos del 2020 marcaron retrocesos en casi todos los ámbitos, aunque para otros fue oportunidad de progreso y progresaron.
La crisis biológica está muy lejos de terminar, la enfermedad persiste y es necesario seguir con las medidas preventivas, aunque ya sentimos que la situación no es tan crítica como al inicio de la contingencia y, pese a que algunos sentimos que estamos saliendo de la bronca, otros muchos, quizá la mayoría, siguen sumidos en el problema y hasta les ha empeorado la situación.
Personalmente palpo mejoría, la distribución de vacunas ha tranquilizado a mucha gente, no solo a los ancianos, como un servidor, sino a mis familiares y amigos cercanos y creo que esto cuenta mucho. Casi coincidiendo con la segunda dosis de vacuna Sinovac, conseguí medio tiempo de chamba y puedo vaticinar que poco a poco lograré recuperar los ingresos mermados por el cierre de actividades.
En fin, no creo ser el único y aunque la crisis debe persistir o empeorar en muchos casos, por lo menos yo avizoro la salida y supongo que debe haber muchos otros como un servidor y no oculto mi optimismo y alegría por ello.
LA VACUNACION
Recibir la primera dosis fue un auténtico “viacrucis” de 4 horas haciendo cola a pleno sol. Acudí temprano, a las 09:00 Hrs. pero la fila, según mi cálculo, era de un kilómetro, así que recibí el biológico como a las 13:00.
Al salir de la primera dosis, vi que la fila era muy corta, entonces para la segunda, llegué a las 12:00 y si, apenas había una treintena de gentes delante de mí y la fila avanzaba fluida.
Todo bien, excepto que la dama que me antecedía en la fila, vestida con elegancia, bien peinada y maquillada, estaba furiosa y gritaba improperios porque el “puto gobierno” la tenía haciendo fila en el sol.
La “dama”, me pidió que le cuidara su lugar para irse a la sombra y accedí para que se callara. Minutos después, cerca de la entrada, regresó a la fila regañando a la gente delante de ella porque no tenían sus papeles a la mano.
Luego gritoneó a quienes recibían los papeles y no acató la directriz de usar la rampa, no las escaleras, para evitar contagios. Ya en la mesa de registro, insultó a los estudiantes que llenaban los registros, haciendo llorar a una jovencita, que muy profesional, solo secó sus lágrimas, llenó el formato y la instruyó para el siguiente paso. Al final, la joven estudiante de enfermería me comentó que muchas personas tenían actitudes similares.
Ninguna autoridad reclamó a la “dama” en cuestión, quien finalmente recibió su segunda dosis, aunque nos dejó maltrechos a todos a su alrededor, incluso a los que presenciamos su indecencia.
EL PINTOR DE LAS FLORES
Recibiendo la segunda dosis de vacuna, encontré a mi amigo Casiano García Jarquín, “el pintor de las flores”, quien me comentó que la pandemia también le afectó porque debió suspender 2 exposiciones, en Europa y en Sudamérica, aunque sigue pintando 8 horas diarias, en promedio.
Conocí a Casiano en un homenaje que le rindió el extinto José Francisco Ruiz Massieu, en el Centro de Convenciones de Acapulco y aunque en absoluto soy conocedor de arte, sus cuadros me cautivaron desde el instante en que los conocí.
Y es que a todos nos gustan las flores; las tenemos en casa, sobre la mesa o en cualquier rincón, en los jardines, públicos o privados, en las principales vialidades del mundo entero, en todos lados y cuando queremos mostrar amor, regalamos flores. ¡Vamos hasta las tumbas embellecemos con flores!
Casiano escogió el florido paisaje de su oriundo Huehuetlán para ejercer su arte, el cual ha recorrido el mundo con exposiciones en muchos estados del país, en 5 ciudades de los Estados Unidos, así como Alemania, España, Francia, Italia y Puerto Rico.
Casiano es un hombre sencillo que se dedicó al campo en su niñez y a los 12 años emigró solo para Acapulco, donde se desempeño como albañil; sin embargo, su devoción por la pintura lo llevó a dejar “la cuchara” e irse al malecón y las playas porteñas, donde se inició profesionalmente pintando paisajes en tarjetas que vendía a los turistas. De ahí para adelante su carrera fue en ascenso; la calidad de su trabajo empezó a lograr reconocimiento de manera natural, hasta llevarlo a la fama mundial.
Casiano sigue pintando flores y formas de mujer; mujeres sin sensualidad alguna, incógnitas, etéreas, tal vez solo para incluir el alma humana en los mágicos paisajes floridos que plasma en sus lienzos.
El pintor, de origen indígena y negroide, ha plasmado otros temas en sus trabajos, como el interior de una mina subterránea, donde no existen las flores y se ven hombres; pero aún en ese entorno distinto a su paisaje florido, persiste ese ambiente mágico, fantasioso que caracteriza su trabajo.
Sin duda, Casiano García Jarquín es un preclaro hijo de Guerrero que ha logrado llevar mundialmente y con gran dignidad e impresionante éxito, la mezcla espiritual de la Costa Chica, creada por el histórico mestizaje entre indígenas americanos y negros africanos.
TIRO CON ARCO EN FIN DE SEMANA
¡Albricias!
Buenas noticias para los arqueros porteños porque la Unidad Deportiva Acapulco ya abre sus puertas en fin de semana para que podamos practicar nuestro deporte en horas mañaneras a partir de las 07:00 y hasta las 10.00 Hrs.
Esto tiene consecuencias positivas para los arqueros porque, además de que se abren posibilidades para que acudan a practicar aquellos que no pueden entre semana debido al trabajo, también podrán llegar nuevos elementos de cualquier edad.
En lo personal puedo decir que tirar temprano es muy agradable y placentero porque no hay sol y como nosotros en la UDA tiramos cotidianamente en el campo de beisbol a las 4 de la tarde y con un sol abrazador, pues el sudado lector podrá imaginar cuan agradable es nuestro deporte en las mañanas.
Lo malo es que tenemos pacas muy gastadas, debido a que el director del Deporte de Guerrero, Román Bello Várgas, no ha cumplido con su compromiso al inicio del sexenio de apoyarnos con 6 pacas. El sexenio se va a terminar y no vemos claro con Román, lo que nos hace pensar: que muy probablemente esa lana, que ya existía según el funcionario, pues simplemente “caminó”. ¿Será posible?
Es todo, buenos tiros.