Prioriza Gobierno de Guerrero temas de salud, educación y seguridad
ZIHUATANEJO, Gro., 19 de septiembre de 2021.- En México se debe trabajar más en la educación para la reducción de riesgos y concientizar a la población para saber reaccionar de forma adecuada durante y después de un sismo, consideró Genta Nakano, científico de la Universidad de Kioto, Japón.
El 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 horas con epicentro en el Océano Pacífico, un sismo de magnitud 8.1 se registró cerca de la desembocadura del río Balsas, en Michoacán, y dejó de manera oficial más de tres mil muertos.
El pasado 7 de septiembre de este año, otro movimiento telúrico de magnitud 7.1 con epicentro en Acapulco, dejó como saldo tres personas muertas y más de mil réplicas hasta la fecha.
A 36 años de la tragedia y ante el reciente hecho que alarmó a la sociedad acapulqueña, el científico japonés expresó en entrevista que se debe trabajar más para que las ciudades susceptibles o zonas sísmicas como son las costas de Guerrero, cuenten con planes eficientes de evacuación, que deben ser conocidos por locales y turistas.
“La evacuación y capacitación en ese rubro es muy importante, ya que hasta la fecha no se puede predecir el lugar exacto donde va a ocurrir un sismo”, indicó.
Dijo que esta vez el sismo no generó un tsunami, pero ante ello reiteró la importancia de tener planes de evacuación por tsunami, especialmente para los hoteles ubicados en la zona costera.
Genta Nakano agregó que actualmente un grupo de científicos japoneses y mexicanos, principalmente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hace estudios en las costas de Guerrero.
“Además de los estudios sísmicos, hemos hecho estudios de simulación de evacuación en caso de sismo y tsunami en Zihuatanejo, para tener una estrategia efectiva de evacuación”, indicó.
Sobre los sismómetros que fueron colocados frente a Acapulco y Papanoa en el municipio de Tecpan, el especialista en estudios de tsunamis dijo que estos se instalaron en el fondo para monitorear la sismicidad y los datos recabados son exclusivamente los estudios sísmicos.
Con la base de datos los sismólogos pueden analizar estructuras de las placas y algunos potenciales de las magnitudes posibles de terremotos, pero aclaró que esto no significa que se pueda predecir la ocurrencia de un terremoto.
La finalidad de este tipo de estudio es identificar los potenciales de sismo, generar escenarios de terremoto y tsunami y utilizar estos resultados para implementar algunas medidas de mitigar los riesgos en la sociedad, por lo que consideró importante inculcar la prevención y qué hacer durante y después de un sismo.
Indicó que ante posibles tsunamis que puedan generarse después de un terremoto se ha logrado un avance importante en la simulación de inundación.
“Nuestro proyecto generó la simulación con base de los datos sísmicos en el pasado, y ya sabemos qué caso o tipo de tsunami puede ocurrir en Zihuatanejo”, añadió.
Indicó que se ha confirmado que si los ciudadanos comienzan la evacuación del lugar, justo después de un terremoto se pueden salvar vidas.
“Es un resultado muy importante y por esta razón estamos promoviendo la elaboración de plan de evacuación, pero es importante que cada comunidad, escuela y organización tenga plan de evacuación por tsunami especialmente en la costa de Océano Pacífico de México, incluso estado de Guerrero”, explicó.
En Zihuatanejo, hay varios avances en este tema, ya que algunas escuelas tienen planes de evacuación en caso de sismo y tsunami, además de que Protección Civil municipal cuenta también con un plan de evacuación.
Este trabajo tiene como finalidad extender la elaboración de planes de evacuación a otras escuelas y otros municipios, por lo que el especialista consideró que Zihuatanejo puede ser un ejemplo de otros municipios.
Genta Nakano participa en el proyecto Evaluación del Peligro a Grandes Terremotos y Tsunamis en la Costa del Pacífico Mexicano para la Mitigación de Desastres, en el Estado de Guerrero y Zihuatanejo en colaboración con la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), el Instituto de Geofísica en la UNAM y la Universidad de Kioto.