Hoja verde
Pacífico Sur, región de temblores
Los fenómenos naturales son el resultado del desarrollo activo de la atmósfera del planeta en interacción con la superficie de los océanos y la evaporación de la vegetación de la tierra.
Los fenómenos naturales son la manifestación extrema del funcionamiento cotidiano del planeta; el clima y la corteza terrestre son el origen de estas manifestaciones llamadas fenómenos naturales, interactuando a veces de manera conjunta y otras de manera separada, pero los fenómenos naturales siempre serán el resultado de estas manifestaciones del planeta.
en las últimas décadas los fenómenos han dejado daños con un costo promedio anual de 100 vidas humanas y poco más de 700 millones de dólares en México.
La Región Pacífico Sur es altamente vulnerable a terremotos, huracanes, sequías e inundaciones los cuales se han acrecentado por el cambio climático, el cual aumenta la frecuencia e intensidad de éstos.
La RPS ha sido el epicentro de 6 de los 8 temblores más devastadores que ha sufrido México en años recientes.
28 de marzo de 1787, se registró el sismo más grande en México de Magnitud: 8.6 grados y su epicentro fue en las Costas de Oaxaca
A este sismo también se le conoce como ‘El gran tsunami mexicano’, debido a que la ruptura provocó uno de los mayores daños en la historia de Oaxaca, al inundarse todo a su paso hasta seis kilómetros tierra adentro, cerca de Pochutla, hoy Puerto Ángel, y se extendió aproximadamente a lo largo de los 450 kilómetros que abarcan las costas oaxaqueñas.
Documentos del Siglo XVIII muestran que, las costas estaban escasamente pobladas lo que provocó un número relativamente bajo de víctimas para un tsunami de esa magnitud.
El 7 de septiembre de 2017 se registró un sismo de magnitud 8.2 grados con epicentro en el Golfo de Tehuantepec a 133 kilómetros al suroeste de Pijijiapan, Chiapas provocó severos daños en Oaxaca entidad donde se vieron afectadas más de 20 mil viviendas y otras 40 mil sufrieron daños, en el caso de Chiapas se dañaron 46 mil viviendas; cobró la vida de 99 personas, de las cuales 79 fallecieron en Oaxaca, 16 en Chiapas y otras cuatro en Tabasco.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, México se encuentra en una zona de alta sismicidad debido a la interacción de cinco placas tectónicas: La placa de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la placa del Caribe. Por esta razón no es rara la ocurrencia de sismos.
El sismo del 19 de septiembre de 1985 tuvo una magnitud de 8.1 grados con epicentro en las Costas de Michoacán
A pesar de haber ocurrido en las costas de Michoacán, a más de 350 kilómetros de la Ciudad de México, la mayoría de las afectaciones y pérdidas humanas se concentraron en la capital del país.
Las cifras oficiales dijeron que durante el sismo fallecieron 5 mil personas, sin embargo, otras estimaciones arrojan más de 10 mil decesos, cerca de 50 mil heridos, al menos unas 250 mil personas sin hogar, más de 770 edificios colapsados o severamente dañados y pérdidas económicas que representaron el 2.1% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y el 9.9 por ciento de la Ciudad de México.
27 de julio de 19574 ocurrió el sismo del Ángel, llamado así porque provocó la caída de ese monumento, cuya magnitud alcanzó 7.8 grados y su epicentro fue al Sureste de Acapulco
Después de 14 meses de restauración y reforzamiento al monumento, el Ángel de la Independencia fue reinaugurado en septiembre de 1958. Desde entonces, la escultura ha permanecido intacta a pesar de los numerosos sismos que la han sacudido, incluido el de 1985.
La zona centro de la República Mexicana fue la más afectada, en especial la Ciudad de México en donde se registró un saldo de 700 muertos y 2 mil 500 heridos.
El 20 de marzo de 2012 se registró el sismo con más réplicas de la historia, hasta ese momento, de magnitud: 7.5 grados en Ometepec, Guerrero.
Este sismo se distingue por haber tenido la mayor cantidad de réplicas registradas en terremotos mexicanos, con 44 eventos de magnitud superior a 4.5 durante los primeros 30 días que siguieron a su ruptura. En comparación con el sismo de 1985, este sismo tuvo tres veces más réplicas en ese rango de magnitud.
Durante sus casi 24 años de operación, el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) no estuvo exento de señalamientos en torno al manejo de sus recursos y el destino final de estos, sin embargo, este instrumento financiero requería una transformación profunda no su total extinción.
Debido a la desaparición del Fonden el gobierno federal no cuente con recursos inmediatos para atender consecuencias catastróficas por fenómenos naturales como huracanes, sismos y de otro tipo que generen daños a viviendas o servicios de infraestructura como ocurre ahora.
Ante la fuerza de la naturaleza los humanos somos todo, miedo, incertidumbre, desconcierto y al mismo tiempo nada, sin capacidad de protegernos ante la magnitud de su fuerza, diría la abuela.
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Fuente: Servicio Sismológico Nacional. UNAM