El presupuesto es un laberinto
Astudillo: ingratitudes y traiciones
A pesar de haber hecho todo su mejor esfuerzo para mantener la paz y el orden en Guerrero, con respaldo de la Federación, el gobernador Héctor Astudillo Flores ahora es víctima de campañas de lodo y linchamientos a través de las redes sociales. La ingratitud y la traición, ya están presentes.
Héctor Astudillo Flores, cuando arribó al Poder Ejecutivo ─2015─ encontró un Guerrero en ruinas, casi en llamas, edificios incendiados por pirómanos y anarquistas, sin inversiones. Entonces, el expresidente Enrique Peña Nieto, le brindó su respaldo a la entidad para levantarla. El estado era un caos.
A escasos días para que Astudillo Flores entregue el Poder Ejecutivo, ya se perciben las ingratitudes y traiciones de personajes que se escudan en las redes sociales. Los Judas pretenden “quedar bien” con las nuevas autoridades estatales de Morena. Qué ilusos.
El gobernador Astudillo Flores pasará a la historia como un mandatario sensible, concertador y no como un sátrapa o autoritario; nunca ordenó reprimir a su pueblo ni a sus adversarios ideológicos. Hasta buenos empleos les dio a sus críticos gratuitos y chantajistas sexenales mercenarios.
Si se hace un balance objetivo sobre el saldo de la actual administración estatal, el resultado le favorece a Astudillo Flores, por sus obras de impacto social; por su sensibilidad para atender a todos los sectores de la sociedad guerrerense.
A todos atendió sin distingo de filiación política o grupo radical.
En Guerrero bajaron los índices delictivos en todos sus órdenes: secuestros, feminicidios, ejecuciones dolosas, robo de vehículos, asaltos. Los delitos derivados del narcotráfico pertenecen al ámbito federal. La Federación prefiere abrazos y no balazos; rehúsa combatir frontalmente a los cárteles, por orden de quienes ustedes ya saben.
La Fiscalía General del Estado (FGE) a cargo del maestro Jorge Zuriel de los Santos Barrilla, emprende un trabajo permanente en el combate y prevención de los delitos. La positiva labor y los buenos resultados que obtiene la FGE la catapultan como una de las mejores Fiscalías del país. Existe cohesión entre el gobernador Astudillo Flores con la FGE.
A dos semanas para que Astudillo Flores transmita el Poder Ejecutivo a su sucesora Evelyn Salgado Pineda, se avizora una oleada de traiciones e ingratitudes por parte de supuestos amigos. Quizás lo hacen para satisfacer a las nuevas autoridades estatales, o por resentimiento y venganza; ¿de qué?
La opinión pública está expectante sobre la inminente transmisión del Poder Ejecutivo de Guerrero, pero también la ciudadanía tendrá tiempo suficiente para comparar los estilos de gobierno del PRI y el Morena de la 4T. Muchos, no saben ni qué quiere decir esto último.
Cien días serán más que suficientes para que la población de Guerrero corrobore si el nuevo gobierno estatal del Morena concreta obras de alto impacto y si tiene planes para construir (obras) prioritarias para la ciudadanía; o si habrá inversiones que generen empleos a la población. La gente está harta de discursos demagógicos (saliva), promesas e ilusiones.
Aquellos ingratos, traidores y Judas están a tiempo de recular y reflexionar que muchas veces las campañitas de guerra sucia se les pueden revertir.
Cuando el mandatario Astudillo Flores participó por primera vez como candidato a la gubernatura arropado por el PRI ─2005─ y perdió ante su exoponente del PRD Zeferino Torreblanca, a los pocos días de que éste último había asumido el Poder Ejecutivo, ocurrió un hecho insólito en
distintos puntos del estado, aparecieron mantas, lonas y hasta “pintas” en fachadas, con la siguiente leyenda: “Héctor, perdónanos, nos equivocamos…”. Los mensajes eran contra el exgobernador Torreblanca, cuyo sexenio “perredista” resultó un fiasco.
Ojalá que para finales del presente año ─o antes─ la historia no vuelva a repetirse, y aparezcan otras mantas o lonas con la frase: “Mario, perdónanos, nos volvimos a equivocar…”.
La gobernadora electa Evelyn Salgado, ha despertado muchas expectativas e ilusiones entre un gran segmento de la población guerrerense. ¿Valdría la pena defraudar a todos aquellos que votaron por la alternancia del Morena? Sólo es pregunta. Al tiempo… Punto.