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OMETEPEC, Gro., 11 de noviembre de 2021.- Anastasio Viviano Rodríguez recolecta por semana más de 100 toneladas de fierro, envases de plástico, cartón, aluminio, entre otros materiales reciclables, con lo que contribuye al cuidado del medio ambiente en este municipio.
A sus 47 años de edad, El Chorris, como es conocido por sus familiares, amigos y clientes, es el propietario del depósito de residuos sólidos e inorgánicos más grande e importante de Ometepec y de la región Costa Chica del estado.
“Mucha gente no lo sabe o hace como que no sabe y todo lo echan al relleno sanitario y se llena rápido, o lo queman y contaminan el medio ambiente y por qué mejor no ayudamos al medio ambiente”, expresó en entrevista.
Contó que él tiene años recolectando desechos y desde entonces gobernantes en turno de los tres órdenes de gobierno, sólo en campaña dicen que contribuirán al cuidado del medio ambiente, pero cuando llegan al cargo no incluyen en sus políticas públicas propuestas o acciones para evitar el calentamiento global y sus consecuencias.
“Hay muchos basureros, tiraderos, no digo nombres, porque ahí queman la basura y ¿Qué es lo que hacen? Contaminan el medio ambiente, es a lo que vamos ahorita con el cambio climático”, lamentó.
Remarcó que tampoco se debe dejar toda la responsabilidad al gobierno por la falta de una cultura de limpieza, reciclaje y cuidado del medio ambiente, sino que la sociedad debe aportar la parte que le corresponde para preservar el equilibrio ecológico del planeta.
“Por decir el Pet, vuelven a hacer el Pet, ya le van dando un uso, ya hasta que llega su grado que ya no se puede reciclar y lo ocupan para hacer camisas de plástico de nylon que se quema de volada, y el cartón sí, ya no reforestamos más y ayudamos mucho al medio ambiente y mucha gente no lo sabe o no tiene el criterio de decir ‘oye vamos a ayudar al medio ambiente’, si no que nos vale”, expuso.
Viviano Rodríguez, quien es originario de Guerrero pero que vivió un tiempo en Estado de México, comentó que su historia de vida ha sido muy difícil y dolorosa para conseguir ser el pilar que sostiene a su familia, puesto que desde muy pequeño perdió a su madre y a su padre.
“Me estuvo manteniendo mi abuelita, a los 13 años me fui para el Estado de México, allá fue donde yo aprendí a hacer todo este tipo de materiales, porque también hay que saberle qué es el aluminio, cobre, bronce, antimonio, todo lo que es metal y todo lo que es la chatarra. Lleva un proceso y ya ese proceso, bueno yo lo mando directamente a las fábricas en Ciudad de México, Estado de México y a Guadalajara”, añadió.
El Chorris culminó su relato entre el ruido de la máquina retroexcavadora con la que cargan los tráileres de fierro viejo, aluminio; entre la prensa que tritura envases de plástico, cartón; y la báscula electrónica donde pesan a los vehículos cargados con toneladas de paquetes de esos materiales y aluminio que almacenan por toneladas en el acopio ubicado a unos 300 metros del Hospital General de Ometepec.