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HUITZUCO DE LOS FIGUEROA, Gro., 9 de diciembre de 2021.- Extorsiones, desapariciones y unos 70 asesinatos, al menos 20 en el último mes, todos estos que no figuran en las cifras oficiales de las autoridades, hablan de un año de terror para los habitantes de este municipio de la región Norte.
El mercado y el Zócalo lucen concurridos, en un pueblo donde no hay nada de qué hablar, como dice uno de los pobladores que camina por una de las calles. A simple vista, parece un lugar pacífico, con un Zócalo amplio, con grandes árboles, pero que guarda un clima de zozobra y miedo.
En ese instante, cerca de la 1 de la tarde, un grupo de efectivos del Ejército Mexicano y de la Policía Estatal hacen recorridos de vigilancia en la zona céntrica del poblado; primero habían instalado un filtro en la entrada de Huitzuco que da con la carretera que comunica a Chilpancingo con Iguala.
Saliendo del primer cuadro de la ciudad, las calles están desiertas y los negocios cerrados. Es la cabecera municipal de Huitzuco, donde hace 18 días un grupo criminal denominado Los Tlacos impuso un toque de queda, el cual sigue vigente aún con la presencia policial y militar.
Los lugareños dicen que desde 2009 se empezaron a registrar los primeros hechos de violencia en el municipio, algunas extorsiones, secuestros y asesinatos, pero no fue hasta el 20 de noviembre de este año, cuando se informó del toque de queda, que el terror alcanzó su punto más alto.
Un día después de la advertencia hecha por el grupo delincuencial, tres jóvenes fueron asesinados a balazos en la calle Ruffo Figueroa. En un recorrido por las calles de la ciudad, se aprecian diversas cruces y sitios, donde el activista Mario Vergara Hernández apunta con los dedos y habla de asesinatos ocurridos en esos lugares.
“Huitzuco se ha vuelto un panteón”, dice Vergara Hernández, quien lidera a Los Otros Buscadores, un colectivo de familiares de desaparecidos, quien sostiene que aprendió a vivir con el miedo en el camino por encontrar a su hermano Tomás, quien está desaparecido desde julio de 2012.
“Hace una semana el secretario de Seguridad dijo que no había toque de queda, yo que soy de Huitzuco le digo, señor, sí hay toque de queda, sí tenemos personas asesinadas, sí tenemos desaparecidas, tenemos cobro de cuotas, llamadas de extorsión, sí estamos en un lugar inseguro”, señaló.
Vergara Hernández hace un diagnóstico sobre la actualidad del municipio y no comprende cómo éste se encuentre en disputa por grupos criminales, cuando se trata de un poblado que no tiene dinero y en el que la mayoría de sus habitantes es mano de obra barata.
La colonia Emiliano Zapata, también conocida como Las Minas, es señalada por los pobladores como un foco rojo, dado que esa zona alejada del Centro de la ciudad fue elegida como sitio de operaciones de un grupo delincuencial.
Los vecinos señalan que hace dos semanas se registró en esa zona un enfrentamiento a balazos del que hasta el momento se desconocen detalles, sólo que, sobre las calles de polvo, se aprecian casquillos de bala, impactos contra viviendas, así como dos motocicletas, un vehículo y una casa incendiados.
Los que se quedaron comentan que en algunas ocasiones, hombres han intentado ingresar a sus domicilios, sin tener suerte o quizás sin tener tantas ganas de poder derribar puertas de madera u otras improvisadas con resortes de un colchón viejo y oxidado. La razón por la que no se fueron, es porque ese patrimonio es lo único que tienen.