Teléfono rojo
Impactos que se anticipan
Durante el primer mes del 2023, los datos consolidados en materia económica durante el año recién concluido confirman la posibilidad de la recesión. No se trata de espantar con el petate del muerto, pero tampoco caer en la ingenuidad. El menos peor de los casos se tendría una recesión menos profunda de lo que se anticipa pero será inevitable sentir los efectos adversos.
México arrastra algunos problemas estructurales, como una baja carga tributaria y persiste la dependencia de los ingresos petroleros, que si no se enfrentan difícilmente contribuyan a alcanzar un desarrollo de largo plazo.
Los pronósticos exactos del crecimiento económico varían entre especialistas, pero todos coinciden en una cosa fundamental: el 2023 viene con obstáculos para la segunda economía de Latinoamérica.
Una posible recesión en Estados Unidos, así como los riesgos que representan la alta inflación, se traducirán a menor actividad económica para México. Mientras el Gobierno prevé un crecimiento de entre 1,2 y 3 por ciento, otros no descartan la posibilidad de una recesión.
Uno de los impactos que se tienen durante un periodo recesivo es en el empleo. Este puede decrecer, dejar de generarse o ambas. Si a ello se suma la pérdida de poder adquisitivo por la inflación y las altas tasas de interés, la pobreza tenderá a ser mayor.
El panorama de la generación de puestos de trabajo formal en el 2022, lo dio a conocer recientemente el IMSS en su registro para el cuarto trimestre de 2022 (4T2022). En 2022, se sumaron 752 mil 748 puestos de trabajo, cifra lejana a la meta nacional de crear los puestos equivalentes a 100 mil por mes; el Semáforo Económico de generación de puestos de trabajo se encuentra en rojo.
El incremento de 752 mil 748 puestos para 2022 es inferior al observado en 2021, pero superior al de 2018 y 2019 (previo al impacto de la pandemia). Sin embargo, este ritmo de generación de puestos de trabajo no es suficiente para incorporar a las personas que mes con mes se suman a la Población Económicamente Activa (PEA).
En la Región Pacífico Sur, el factor más crítico lo constituye la pobreza laboral que termina por acentuar los niveles de marginación y subdesarrollo en el territorio.
El Coneval, detalló en su informe que la pobreza laboral pasó de 38.3 a 40.1 por ciento, entre el segundo y tercer trimestre de 2022, esto, debido a la caída de los ingresos salariales de las personas a nivel nacional.
En el tercer trimestre de 2022 se presentó una disminución del ingreso laboral real per cápita del 2.5 por ciento respecto al trimestre anterior, al pasar de 2 mil 880.91 a 2 mil 807.49 pesos. Esta disminución se observó en todos los quintiles de ingreso y se dio principalmente en el primer quintil (el 20 por ciento de la población de menores ingresos) cuyo ingreso laboral real per cápita promedio tuvo una reducción de 8.9 por ciento.
Las entidades con mayor porcentaje de pobreza laboral en el tercer trimestre de 2022 fueron Chiapas, Guerrero y Oaxaca con 69.6, 68.2 y 62.5, por ciento respectivamente. Y Michoacán alcanza el 61.2.
Por ejemplo se observa que los profesionistas que tienen una carrera terminada y no han podido obtener un empleo, son los que viven mayor pobreza laboral en territorio chiapaneco, esto, al incrementar 40.1 por ciento a nivel nacional, comparado al trimestre anterior de este año, reveló Coneval.
En este mismo periodo, la pobreza laboral aumentó en el ámbito rural y urbano, 1.2 y 2.0 puntos porcentuales, respectivamente. En el ámbito rural pasó de 52.0 a 53.2 y en el urbano de 33.9 a 36 en términos porcentuales.
En el primer trimestre del 2022, Guerrero se colocó en el segundo lugar nacional con mayor porcentaje de pobreza laboral debido a que el 61 por ciento de la población no puede adquirir la canasta básica con sus ingresos.
Michoacán se encuentra entre las siete entidades que registraron un incremento en la pobreza laboral, aunque ligeramente menos marcado que en las otras tres entidades de la RPS.
Oaxaca también se encuentra dentro de las 27 entidades del país que entre el segundo y tercer trimestre de 2022 presentaron un aumento de la pobreza laboral.
La pobreza laboral refleja la proporción de la población general que no logra adquirir los productos de la canasta alimentaria con los ingresos provenientes del trabajo de los integrantes de la familia. Bajo esta clasificación se ubican actualmente 51.6 millones de personas en el país.
Entre el segundo y tercer trimestre de 2022, la pobreza laboral aumentó a nivel nacional, al pasar de 38.3 a 40.1 por ciento, lo cual representa 1.8 puntos porcentuales más.
De acuerdo con las estadísticas, el ingreso laboral real promedio de la población ocupada a nivel nacional fue de 6 mil 611 pesos con 78 centavos al mes; los hombres reportaron un ingreso laboral mensual de 7 mil 169 pesos con 93 centavos y las mujeres 5 mil 763 pesos con 28 centavos.
Una de las consecuencias es el incremento de las tensiones sociales en una región donde esas existen de sobra. En la casa del pobre todos gritan y nadie oye, diría la abuela.