Sin mucho ruido
Hasta el momento el PRIAN no ha planteado ningún proyecto de país que no sea el mismo que ya padecimos en las últimas décadas. Vicente Fox lo confirmó al señalar que se les deben regresar los privilegios a los expresidentes de México, como la pensión vitalicia y los demás beneficios que tenían. Y por supuesto que también puso su raya respecto a los pobres que, por ser huevones, lo son. “A trabajar huevones, como lo dijo Xóchitl Gálvez.” Este es el concepto de país de los priistas, panistas y perredistas, los de la élite.
Por eso va a ser muy difícil que estos partidos recuperen a nivel nacional lo perdido. Por el contrario la tendencia es que no solo ya no podrán disfrutar de sus privilegios sino que están en riesgo de desaparecer. Tal es el caso del PRD, el partido de la esperanza que ahora es controlado por oportunistas que solo buscan el poder por el poder.
El caso Ayotzinapa ahora lo utilizan quienes siempre han estado en contra de las normales rurales y de los padres y estudiantes que solo buscan la verdad y la justicia.
Recientemente el ex gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores habló de este tema y aseveró que es necesario que se esclarezca y se sepa la verdad. Yo estoy de acuerdo con él. Pero le faltó decir que para saber la verdad y esclarecer los hechos es necesario que declaren todos los involucrados de los tres niveles de gobierno que de una o de otra forma intervinieron en este caso. Uno de estos personajes es el entonces presidente de la república Enrique Peña Nieto. Si así lo plantea entonces creeré en su buena fe.
Los partidos del Frente Amplio por México, a saber PRI, PAN y PRD tienen muy claro que en esta contienda la presidencia de la república no está en sus objetivos. Tan es así que los líderes de estos institutos políticos tienen todas sus baterías puestas en los ayuntamientos, diputaciones locales y federales, así como en las senadurías. Esta ha sido su narrativa: vamos por el Congreso y las alcaldías. Lo cierto es que como no tienen ninguna propuesta que supere lo que el actual gobierno está haciendo y que tendrá continuidad con quien representará a Morena en el 2024 se van a quedar con las ganas. Y es que la población ya sabe que en el caso de que los del PRIANRD tengan mayoría en el Congreso lo primero que van a hacer es desaparecer todos los programas de Bienestar. Pero no solo eso, son capaces de privatizar y/o desaparecer el Tren Maya, Dos bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles y otros proyectos.
En Guerrero la rebatinga por los huesos está de lujo. El PRD ya le pidió al PRI, por favor, no lo pueden pedir de otra forma, les dejen la senaduría por Guerrero en manos del mejor alcalde que ha tenido Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre. Un personaje que en nada ayudó al puerto de Acapulco y que se mueve en un PRD desacreditado, desgastado, prácticamente invisible, pero que quiere seguir viviendo del erario.
Uno de los problemas del sistema de partidos de nuestro país es el multipartidismo que solo ha servido para mantener a vividores de la “política”. Y lo vamos a ver nuevamente en el 2024 con nuevos partidos locales que solo quieren las prerrogativas para beneficio personal y hasta familiar. En este juego ahora veremos a ex perredistas como Sebastián de la Rosa y Víctor Aguirre Alcaide. El primero en Movimiento Ciudadano y el segundo en un nuevo “proyecto” que, la verdad, ni recuerdo el nombre. No importa. Lo cierto es que tienen tanto resentimiento contra Andrés Manuel López Obrador que van a hacer lo posible por quitarle votos a Morena.
Marcelo Ebrard ya perdió el piso. No entiendo su estrategia para ser presidente de la república. Miente cuando dice que ha trabajado 40 años (o más) por México. Ha sido funcionario, servidor público desde que era el dedo chiquito de Manuel Camacho Solís, es decir Salinista, pero no se le ha visto en la lucha social como se ha visto a otros personajes.
Pero esto al final no importa. Lo cierto es que hasta el momento la buena imagen que tenía se ha ido desvaneciendo. Sus seguidores, los pocos que le queden, tampoco están de buen ánimo a ver sus esperanzas de poder desaparecer como agua entre sus dedos por un capricho. Un líder piensa en su equipo, en sus seguidores, en su ejército y no solo en sus intereses personales. La actitud de Marcelo nos deja la idea de lo que sería y haría si fuera el presidente del país. Gracias por mostrarnos el rostro verdadero.