Se ahoga un hombre en playa Condesa de Acapulco
ACAPULCO, Gro., 21 de noviembre de 2023.- Los restos de cientos de embarcaciones yacen en el fondo del mar a lo largo de la costa de este puerto, donde la temperatura del agua alcanza los 31 grados centígrados hasta los 15 metros de profundidad y donde se pueden apreciar pocos peces en el mar o aves en la superficie.
Pero no solo hay fragmentos de embarcaciones de gran calado como algunos yates o menores, como lanchas y cayucos, sino que también hay ventanas, árboles y basura que los vientos del huracán Otis arrojó al mar dejándolos en el lecho marino.
A 27 días de que Otis tocó tierra con categoría cinco en Acapulco, la temperatura se mantiene arriba también en el mar, no sólo en la superficie de la tierra, donde la cubierta vegetal prácticamente desapareció, sino que la vida en el mundo marino también cambió.
Eric Leonardo Strehl Rodríguez, joven que practica el buceo libre desde hace cinco años contó a Quadratín Guerrero que el panorama en la profundidad del mar no es diferente al que el huracán dejó en la ciudad de Acapulco, pues donde hubo corales, bosques submarinos, cardúmenes o la flora y fauna subacuáticos, ahora se observan fragmentos de lanchas, motores o luces de bengala de emergencia.
Eric Strehl es voluntario en proyecto de censos de corales que realiza el fotógrafo y biólogo marino Juan Barnard y lamentó que las colonias de tales organismos sigan muriendo, pues son refugio natural de peces, pero hoy en día, son escasos los que ha visto.
Incluso los pescadores, comentaron el sol no sólo es más intenso ante la falta de árboles, sino que también hay menos peces a menor profundidad y por lo tanto, tienen menor posibilidad de pescar algo con cañas.
“Acompañé a un amigo a pescar y pescó muy poco. El clima es muy diferente tanto en el mar como afuera. Hay mucha basura en todos lados”, dijo.
Strehl Rodríguez hizo inmersiones a pulmón hace un par de días entorno a la isla de la Roqueta, donde se encuentran colonias de corales.
Sin embargo, al llegar a la playa Las Palmitas de la ínsula, las aves que habitualmente estaban en las ramas de los árboles, en las ensenadas, o en los acantilados no están y, las que vio eran muy pocas.
“Se ve diferente el mar, está más tranquilo, está el agua turbia y caliente. Esta época del año no se sentía el agua caliente. Antes de Otis había más pesca, mas animales, aves y ahora hay más basura, muchos plásticos, parte de yates, lanchas, motores, basura de las lagunas, arboles, partes de las casas, ventanas que el viento voló”, puntualizó.
Así también comentó, sin abundar en ello, que sus compañeros de buceo libre que han sido voluntarios en la recuperación de embarcaciones menores, han recuperado cuerpos de víctimas que murieron atrapados en las embarcaciones en el Paseo del Pescador cuando Otis tocó tierra en Acapulco.
El buzo empírico participó en la reunión que este fin de semana llevaron a cabo empresarios, jóvenes, vecinos de diferentes colonias del puerto y profesionistas del sector ambiental para recuperar la cubierta vegetal de la ciudad.