Hoja verde
Acapulco y Chilpancingo los más contaminadores del aire
Quemar basura y provocar incendios forestales, genera daños a la salud por las emisiones contaminantes, mismas que fortalecen el calentamiento de nuestro planeta con consecuencias climáticas como el huracán Otis categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, que provocó destrucción en Acapulco y otros municipios entre el 24 y 25 de octubre pasado.
Los incendios de pastizales, basura doméstica, puntos negros en las zonas urbanas y suburbanas de Acapulco, así como los incendios forestales como los ocurridos en el cerro de El Veladero y su Parque Nacional, son una constante y los responsables de esas emisiones contaminantes generalmente no son sometidos a la ley a pesar de que las multas van de los 2 mil 700 a los 100 mil pesos.
El Reglamento de Ecología y Protección al Ambiente del Municipio de Acapulco, en el Capítulo Séptimo, Artículo 40 advierte que, “Queda prohibida la quema de cualquier tipo de residuo sólido o líquido en la vía pública o en lugares inadecuados, incluyendo la basura doméstica, hojarasca, hierba seca, esquilmos agrícolas, llantas, plásticos, lubricantes, solventes y otros”.
El Cambio Climático es generado por gases de efecto invernadero y estas malas prácticas ambientales, están provocando que fenómenos meteorológicos como el destructivo huracán Otis, lo lleguemos a padecer con mayor frecuencia.
En el Programa de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire de Estado de Guerrero (ProAire) 2018-2027, se presentaron las principales categorías que aportan la mayor parte de emisiones como aporte de material particulado PM 10, PM 2.5 y COV (Compuestos orgánicos volátiles) que provienen principalmente de la combustión doméstica, con la quema de leña, basura domiciliaria y hojarasca.
En el tema del Desarrollo del Programa de Contingencias Atmosféricas, los municipios de Guerrero como Acapulco y Chilpancingo resultaron ser los que aportan mayor contaminación a la atmósfera y los que requieren acciones como monitoreo de la calidad del aire.
Acapulco y Chilpancingo, cuentan con estaciones de monitoreo de la calidad del aire, sin embargo ambos equipos están en desuso y datan de hace 17 y 18 años, respectivamente.
Acapulco ya ha registrado emisiones fuera de la norma y se requiere realizar monitoreos de calidad del aire para que se puedan emitir recomendaciones a la población y a los responsables de las fuentes emisoras.
Acapulco después del huracán Otis requiere poner en marcha el Programa de Contingencias Atmosféricas, un programa que fue exigido a los estados como Guerrero por la anterior Administración Federal pero los actuales gobiernos Federal y del Estado no se le ha dado seguimiento puntual.
Dicho programa, gestionado para Guerrero por el Gobierno Federal en el sexenio anterior, es avalado por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y su instancia homónima en el estado, es una herramienta que puede informar a la población y a las instancias ambientales y de Salud, acerca de la calidad del aire, lo que ayudará a tomar acciones en caso de requerir emitir recomendaciones a la población y a los contaminadores.
De acuerdo con el Reglamento de Ecología y Protección al Ambiente del Municipio de Acapulco, las multas a los contaminadores por quemas, van de 2 mil 700 a 100 mil pesos.
La población debe ser parte de una campaña de sensibilización y concietización para disminuir y evitar emisiones atmosféricas contaminantes desde casa, desde la vía pública, desde los tiraderos al aire libre y evitar incendios forestales que se les relaciona con nuevos asentamientos humanos y con la destrucción de bosques para acceder a programas agrícolas.
Las preguntas de hoy
¿Cuándo activará el Gobierno del Estado las estaciones de monitoreo de la calidad del aire de las principales ciudades de Guerrero como Acapulco y Chilpancingo?
¿Dará continuidad el Gobierno del Estado al Programa de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire del Estado de Guerrero?