Rehabilitan ductos de agua para reactivar suministro en Igualapa
ACAPULCO, Gro., 22 de febrero de 2024.- El exregidor de Morena Javier Morlett Macho criticó la entrega de apoyos del gobierno federal a damnificados del huracán Otis, ya que advirtió que este mecanismo repercutirá en el proceso de reconstrucción de la ciudad, porque sus habitantes están enfocados en aprovecharse del caos que se generó en las filas para recibir la ayuda y los bloqueos de quienes no fueron beneficiados.
En una publicación en sus redes sociales, señaló que si bien la entrega directa de los apoyos fue un paliativo ante necesidades apremiantes, repercutirá en la futura recuperación de la ciudad, ya que la circulación de dinero en efectivo para miles de acapulqueños diluyó la cultura del esfuerzo.
Subrayó que la ayuda a damnificado no tomó en cuenta que Acapulco padece de anomia social y, por lo tanto, los acapulqueños carecen de espíritu emprendedor y resiliencia para reponerse a la tragedia que representó la destrucción del poderoso huracán.
Añadió que el modo de vida de la población en Acapulco en la actualidad está enfocado a los mercados informales, mismos que distorsionan los precios del mercado, abren enormemente la brecha entre la demanda y oferta de empleo y, crean las condiciones sociales para protesta en cuanto los recursos que sostienen estos mercados informales cesen.
“Algunos sólo recibieron y se conformaron con ocho mil pesos, pero hubo quienes con astucia lograron acumular hasta 100 mil pesos. Cantidades de dinero que nunca soñaron tener. Con tal cantidad de efectivo en la billetera, no se necesita trabajar, la cultura del esfuerzo necesaria para levantar a una ciudad en ruinas se ha diluido”, detalló.
Añadió que los paquetes de enseres fueron un alivio para miles de acapulqueños, pero la entrega indiscriminada de los objetos, propició el acaparamiento y el posterior mercado ilícito.
“En este momento muchas personas viven de la venta de refrigeradores, colchones y estufas, a precios muy por debajo de su valor real”, dijo.
Mencionó la rapiña tras la devastación del fenómeno hidrometeorológico que generó un mercado muy próspero de productos robados.
“En algunas colonias apartadas de la ciudad, algunas familias ocultan y venden en sus viviendas gran variedad de productos diversos de alta calidad. Usted puede comprar una bolsa, un vestido, o un electrodoméstico a un 10 por ciento de su valor en el mercado” relata.
Otro de los apoyos que el gobierno federal aún mantiene y que también fue resaltado por Morlett Macho son los vales de despensa que representan otro mercado lucrativo.
“Ante la saturación de despensas, las familias pudieron darle un valor cero a las latas de atún, frijoles, arroz, lentejas, etc. A los dos meses y después de recibir tantas cajas con alimentos, los alimentos eran desechados, lo realmente valioso de las cajas de despensa eran los vales para comprar en los supermercados, y con ello tener acceso a productos no indispensables y de precio alto. Los vales para despensa por valor de 500 pesos, usted los podía adquirir en 150 o 100 pesos”, contó.
Advirtió que los acapulqueños “han recibido durante cuatro meses apoyos económicos de forma masiva, desordenada e indiscriminada, por ello ahora la mayoría dejó de trabajar en lo que normalmente hacía para dedicarse (a) las nuevas actividades económicas informales, que tendrán una duración muy corta”.
También hace mención a lo que consideró un caso extremo de la miseria humana, al referirse a la venta de espacios en las filas para censarse o recibir los apoyos del gobierno federal.
“Basta una piedra en la fila para poder cobrar por ese mínimo esfuerzo y espacio entre mil hasta 300 pesos según la cercanía con la primera posición”.
“En palabras más duras: Los acapulqueños no están enfocados en reconstruir su ciudad sino en aprovechar el caos a su favor, no existe el espíritu colectivo, sino el egoísta. Será difícil que un acapulqueño quede conforme con el hecho de que su vecino de pronto se hizo rico, cuando ambos sufrieron la misma calamidad. Vamos a la protesta!! Yo también quiero mis 40 mil pesos y mis enseres y mis 20 tarjetas, aunque a mi casa no le haya pasado nada”, enfatiza.
Javier Morlett indica que dado lo anterior la gente bloquea las calles; sin embargo, pronto tendrán que decidir si dedicarse a robar, pedir limosna o emigrar.